“La selección cultural ha favorecido el sentido del humor para poder soportar
el absurdo radical de nuestra existencia”
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¿No debería decir?: “la selección cultural ha favorecido el sentido del
humor para poder disfrutar del sentido del humor incluso en condiciones
adversas (pero no demasiado adversas)”
Según Stevenson, Thoreau se distinguiría por su falta de sentido del
humor. Esta entrada del Diario correspondiente al 8 de Agosto de 1856
contradice esta visión. Su traducción fue incluida en este blog en condiciones
adversas, pero no demasiado adversas, el 16 de Septiembre de 2007.
Diario 8 de Agosto de 1856
Cuando volví, pensando en vaciar mi
canoa e ir a meditar al río,-pues las zanjas llenas y la hierba mojada
prohibían otras rutas distintas de la carretera,-y esta es una ventaja de una
canoa- supe con insatisfacción que el cerdo de mi Padre se había escapado.
Había saltado fuera de su cochiquera en algún momento después del desayuno,
aunque su cena estaba intacta. Aquí había una obligación desagradable e
ineludible- un cerdo salvaje que no pesaba más que noventa y debía ser seguido,
capturado y encerrado- un trabajo vespertino al menos (si tuviera suficiente
suerte de realizarlo tan pronto) preparado para mí y bien distinto del que
había anticipado. Me sentí decepcionado, es verdad, pero no podría ignorar el
hecho ni eludir la obligación que se encontraba tan próxima. Cumple aquella
obligación que se encuentra más próxima a tí. Le propuse a mi padre vender el
cerdo que corría (en algún lugar) a un vecino que se había interesado en
comprarlo, haciéndole una considerable reducción en el precio. Pero mi
sugerencia no fue aceptada y todas las responsabilidades del caso regresaron a
mí, porque yo podía correr más rápido que mi Padre.
Mi Padre me miró y yo dejé de mirar al río. Bueno, veamos si podemos seguir su
rastro. Sí, ésta es la esquina por donde escapó, dando un salto. Gracias a la
lluvia sus huellas son claras. Por aquí fue a lo largo del extremo del jardín,
por encima de los melones, después a través de las judías y patatas, e incluso
a lo largo de la entrada donde veo el rastro de su pezuña dividida
(ungulado).Es extraño que no lo viéramos. Y aquí pasó bajo la puerta,
atravesando la calle-¡qué desnudo debe haberse sentido!-hacia una zanja con
hierba.¿Y dónde después?.¿Es de alguna utilidad ir a su caza sin haber ideado
algún modo de capturarlo cuando lo hayas encontrado? ¿De qué sirve saber donde
ha estado o incluso donde está?-Fue tan tímido el poco tiempo que lo tuvimos
que nunca volverá; no se le puede tentar con un cubo de desperdicios.¡Quién
sabe a cuantas millas de distancia se encuentra!.¡Quizás ha tomado el camino de
regreso a Brighton u Ohio!. Como mucho, probablemente, solo tendremos la
satisfacción de divisar la ágil bestia a lo lejos, de vez en cuando, a medida
que trota con rapidez por los campos verdes y el maíz. Pero, ahora digo, ¿qué
es lo que veo pasear deliberadamente por mitad de la calle a cuarenta cuerdas
de distancia?. Es él. Como para torturarnos, para tentarnos a consumir la tarde
sin más duda, se ofrece a sí mismo. Escarba un pie o dos y se echa sobre su vientre
en mitad de la calle. Pero no pienses cogerlo desprevenido, tiene sus ojos
vigilantes y también sus oídos. El ya ha sido perseguido. Abandona su lugar y
mirándome se da la vuelta y corre calle abajo. Se mete en la entrada de una
casa. Ahora, si pudiera cerrar la puerta detrás de él, el 99% del trabajo
estaría hecho, pero ¡ah! me oye venir de lejos, anticipa el peligro, y con
astucia y velocidad porcinas se escapa fuera.
Mi vecino trata de hacerle frente, delante de él; salta de un lado a otro de la
calle, delante de él, pero la tercera vez el cerdo se anticipa y escapa. ¿Dónde
está?, grita. "Es nuestro".Entra en el camino de entrada del vecino y
cruza su propiedad. Parece que ya ha estado antes allí dos veces; conoce el
camino;¡mira que trabajo ha hecho en su jardín de flores!.Debe ser aficionado a
los bulbos. Nuestro vecino coge una flor alta con su raíz, la muestra a
distancia. Está excitado por el cerdo, está interesado en la materia.¿Pero
dónde ha ido ahora?.
El último vistazo que tuve de él fue cuando iba por el camino de las vacas;
aquí están sus huellas de nuevo en el maizal, pero se pierden en la hierba. Le
perdemos, golpeamos las ramas en vano, puede estar muy lejos. Pero escucha,
oigo un gruñido. Sin embargo, durante media hora no veo a lo que gruñó. Por
fin, encuentro huellas frescas a lo largo del río y de nuevo las pierdo. Cada
vecino cuyo jardín atravieso me dice alguna anécdota acerca de cerdos huidos, o
del intento de conducirlos, que no me animan. Una vez más cruza el jardín del
primer vecino y se dice que está en la calle. Pero yo no estoy allí todavía; es
una buena vía de escape. A lo lejos mis ojos se fijan en él de nuevo, después
de tres cuartos de hora de separación. Allí trota con toda la calle para él y
de nuevo se deja caer sobre su vientre en un charco. De nuevo, viéndome a
veinte cuerdas de distancia comienza a deliberar, a considerar que camino
quiero yo que tome, para ir por el opuesto. Hubo alguna posibilidad de
conducirlo a lo largo del camino lateral, o mejor dejarlo ir por él, hasta que
se deslizara bajo nuestra puerta de nuevo, ¿pero de qué serviría?.¿Cómo
rodearlo y cogerlo si permanece a veinte cuerdas de distancia?.Nunca deja que
el lado abierto del triángulo sea menor de doce cuerdas. Había un lugar donde
una calle más estrecha giraba en ángulo recto con la calle principal, justo a
la que da nuestra entrada, pero no pude conseguir que pasara delante. Entonces
corrió por la calle estrecha, porque supo que no quería que lo hiciese; aunque
la calle principal era ancha y abierta sin ningún viajero a la vista, siempre
que trataba de hacerle pasar por delante de esta entrada, giraba
invariablemente su cabeza porcina hacía mí, cambiándose de un lado a otro, y
corriendo hacia arriba por la calle estrecha o hacia abajo por la calle
principal, como si hubiera una barrera alta erigida delante de él. Pero
realmente no es más obstinado que yo. No puedo sino respetar sus tácticas y su
independencia. El será él y yo puedo ser yo. No es irrazonable porque me elude,
sino sumamente razonable. Tiene una dura voluntad. Permanece sobre su idea. No
hay una barrera en el camino allí donde un hombre prohíbe pasar, sino allí
donde un hombre ha decidido no ir.¿No es superior al hombre por ello?.Una vez
más va por la calle estrecha, delibera en una esquina, elige sabiamente para él
y desaparece por una cerca abierta por el este. Se ha ido a frescos y nuevos
pastos y jardines. Otros vecinos permanecen en sus entradas, simpatizando solo
a medias, solamente observando: "una cosa desagradable de capturar",
"tienes un trabajo en tus manos".Le pierdo de vista pero oigo que
está lejos en un campo grande. Y allí tratamos de dejarle solo un rato, dándole
distancia suficiente.
En este momento, un irlandés se enrola para ayudar."Yo puedo
cogerlo", dice, con confianza Bonapartista. Cree que es un familiar cerdo
irlandés. Su mujer está con él, con la cabeza descubierta, y su pequeño hijo de
siete años. "Aquí Johnny, sal de ahí"(Al mayor ángulo posible con su
propia dirección)."Oh, pero el no puede hacer nada"."Oh, pero yo
solo quiero que me diga donde está, para no perderlo de vista".Michael
pronto descubre que no es un cerdo irlandés y la ocupación de su mujer y su
hijo terminan pronto. Diez minutos después estoy siguiéndole pacientemente paso
a paso en un campo de maíz, con la ayuda de una hombre cercano, y entonces,
jardín tras jardín, lejos hacia el este, y finalmente en la carretera, en el
cementerio, pero sin ver ni oír nada. Uno sugiere un perro para seguirle. Padre
está mientras tanto vendiéndolo al herrero, quien también trata de divisarlo.
Después de quince minutos de su desaparición por el este oigo que ha estado en
el río a una distancia doble hacia el Norte, atravesando el terreno del primer
vecino. Voy en esa dirección. Cruza la calle con mucha delantera, con Michael
detrás. Evita una avenida. Yo permanezco en la divisoria, Michael en el otro
extremo tratando de acorralarlo. Pero es una vana esperanza acorralarlo en una
entrada. Veo abierta la puerta de la fábrica de carruajes."Déjale que
entre, Flannery".Por una vez yo y el cerdo tenemos el mismo pensamiento:
él entra y la puerta está cerrada. Es una gran granja llena de carruajes. La
cuerda se consigue al final, las ventanas están cerradas por los carruajes a no
ser que él los cruce. Está descansando tranquilamente sobre su vientre en la
esquina más lejana, pensando cosas inexpresables.
Ahora la acción recomienza dentro de límites más estrechos. Embiste, embiste y
embiste contra ruedas y guías. Es todo ojo y oído. Los chicos son enviados
debajo de los carruajes para sacarlo de allí. El echa espuma por la boca y los
disuade.
Al final es cogido por un momento contra el radio de una rueda y yo me agarro
seguramente a su pata trasera. Chilla ensordecedoramente y se calla. Se ata la
cuerda a una pata trasera. La puerta se abre y la conducción comienza. Haz
rodar un huevo también. Lo puedes coger pero no lo puedes conducir. Pero está
en el camino y otra tormenta atronadora nos da la bienvenida. Dejo a Michael
con la cuerda en una mano y una vara en la otra y me voy a casa. Parece que
consigue ir ligeramente hacia el oeste. Pero después de un largo rato miro, y
compruebo que no hace sino un dudoso progreso. Un chico se encarga de hacerle
frente con un palo y es solo cuando el cerdo va hacia el salvajemente que se
consigue algún progreso. Será asesinado antes de ser conducido a casa. Consigo
una carretilla y voy al rescate.
Michael está alarmado. El cerdo está furioso, le intenta morder. Lo atravesamos
en la carretilla, lo sujetamos y así, al fin, lo llevamos a casa.
Si un cerdo como este se escapa, primero rastréalo si puedes o descubre dónde
está. No le molestes más de lo que te pueda ayudar. Piensa en alguna entrada,
edificio o espacio cerrado que pueda contenerlo y mostrando tus poderes- como
si se tratara de partes no interesadas- a una distancia de quince o veinte
cuerdas, permítele entrar en él. Entonces cierra la puerta despacio.
Acorrálalo, átalo y ponlo sobre una carretilla.
Todo el progreso en la conducción se hizo haciéndole frente e intentando alejarlo
de casa. Se enfrentó y encaminó en la dirección deseada. Cuando me aproximé con
la carretilla avanzó para abordarla con determinación.
Así llegué a casa al anochecer, calado y sin cenar, cubierto de barro y grasa
de ruedas, sin ningunas flores raras.
HDT
(Traducción Guillermo Ruiz)
Otras entradas, no escogidas al azar, contenidas en el libro de Wagensberg:
“La mediocridad no es un don natural sino una actitud que se
cultiva ignorando cualquiera de los talentos que todo individuo lleva dentro”
[258]
“Cree el buen mediocre que el talento y el esfuerzo
personal son cualidades de gran interés,
pero solo para personas subordinadas”
[262]
“Cree el buen mediocre que nadie es insustituible”
[263]
“Toda empresa humana triunfa y se mantiene a golpe de
esfuerzo y talento, y se derrumba por un fallo del sistema inmunitario, que
lucha contra el bombardeo incesante de la mediocridad ambiental”
[268]
Thoreau es un antimediocre
¿Qué es el canto de los pájaros, o cualquier sonido natural,
comparado con la voz de uno que amamos?
What is the
singing of birds, or any natural sounds, compared with the voice of one we love?
HDT
Diario 30 de Abril de 1851