LA VERDAD QUE VIVE Y LA VERDAD QUE MATA
Vigilan. Nunca, nunca
Darán la contraseña que conduce
A la terrible munición, a la verdad que mata.
II
Entre la empresa, el empresario, entre
Prosperidad y goce,
Entre un error prometedor y otra
Ciencia a destiempo,
Con el duro consuelo
De la palabra, que termina en burla
O en promesa o defensa,
O en viento
enerizo, o en pura
Mutilación, no en canto;
Entre gente que solo
Es muchedumbre, no
Pueblo, ¿dónde
la oportunidad del amor,
De la contemplación libre o, al menos,
De la honda tristeza, del dolor verdadero?
La cáscara y la máscara,
Los cuarteles, los foros y los claustros
Diplomas y patentes, halos, galas,
Las más burdas mentiras:
La de la libertad mientras se dobla
La vigilancia,
¿han de dar vida a tanta
Juventud macerada, tanta fe corrompida?
Pero tú quema, quema
Todas las cartas, todos los retratos,
Los pajares de invierno, la avena de la infancia.
El más seco terreno
Es el de la renuncia.Quién pudiera
Modelar con la lluvia esta de Junio,
Un rostro, dices. Calla
Y persevera, aunque
ese rostro sea de lluvia,
Muerde la dura cáscara,
muerde aunque nunca llegues
hasta la celda donde cuaja el fruto
Claudio Rodríguez
De Alianza y Condena. Madrid, Revista de Occidente 1965
Fotografías del Autor:
Lirios contra las cuatro torres
Escultura de León Felipe enel Parque Norte de Madrid
León Felipe en el Parque Norte (Madrid) pic.twitter.com/cZBQjyQwGr
— Guillermo Ruiz Zapatero (@ruiz_zapatero) March 5, 2025
"León Felipe estuvo en Almonacid en el año 1919, vivió aquí cerca de seis meses, regentando la botica en espera de que Julián, el hijo de Don Claudio, el boticario muerto, terminase la carrera.La farmacia está en el número 4 de la calle de Luis Fernández de Heredia Rojo, la gente suele decir calle de Fernández de Heredia Rojo; Don Luis fue abogado y era hermano de Don Claudio. En Almonacid escribió León Felipe sus primeros versos:
Nadie fue ayer
ni va hoy
ni irá mañana hacia Dios
por este mismo camino
que yo voy.
Para cada hombre guarda
un rayo nuevo de luz el sol
y un camino virgen
Dios
Lo explica en su libro ¡Oh, este viejo y roto violín!: "Esta fue la primera piedra que yo encontré, el primer verso que escribí, en un pueblo de la Alcarria [...] Lo escribí hace medio siglo [...] Estaba yo tan derrotado entonces que se me habían cerrado todas las puertas del mundo [...] No sé cómo vine a caer en aquel pueblo. Era -es, supongo todavía- un pueblo claro y hospitalario. Las gentes generosas y amables...¡ Y tenía un sol! [...] Me hospedaron unas gentes buenas, muy buenas, con quienes yo no me porté bien. Y ahora quiero dejarles, aquí, a ellas, y a aquel pueblo de Almonacid de Zorita...a toda España, este mi último poema". El poema al que se refiere León Felipe se titula ¨¡Perdón!".
(C.J.C., Nuevo viaje a la Alcarria)
Soy ya tan viejo
y se ha muerto tanta gente a la que yo he ofendido
y ya no puedo encontrarla
para pedirle perdón.
Ya no puedo hacer otra cosa
que arrodillarme ante el primer mendigo
y besarle la mano.
Yo no he sido bueno...
quisiera haber sido mejor.
Estoy hecho de un barro
que no está bien cocido todavía.
¡Tenía que pedir perdón a tanta gente...!
Pero todos se han muerto.
¿A quién le pido perdón ya?
¿A ese mendigo?
¿No hay nadie más en España...
en el mundo,
a quien yo deba pedirle perdón?...
Voy perdiendo la memoria
y olvidando todas las palabras...
Ya no recuerdo bien...
Voy olvidando... olvidando... olvidando...
pero quiero que la última palabra,
la última palabra, pegadiza y terca,
que recuerde al morir
sea ésta: Perdón
(El perdón ha desaparecido del mundo porque exige defender la vida
Es lo que aquí dejó dicho León Felipe)
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