https://www.bocm.es/boletin/CM_Boletin_BOCM/1983/12/24/16500.pdf
«Enorgullécete de tu fracaso, que sugiere lo limpio de la empresa».
«La paz es sólo la guerra sin declarar».
«La sombra de la víbora no tiene veneno».
«El mundo que yo no viva»
El mundo que yo no viva
lo pensé como cosa extraña,
como arca de maravilla.
Ay de mi vida
Allí ¿sonará la lluvia
junto al fuego las noches frías?
¿Tendrá Agosto en el río barcas?
Y tú ¿la gentil sonrisa?
¿Brillará en el papel que siembro
la negra flor de la tinta?
Ay de mi vida
¿Será posible que vengan
los amigos y que «Era» digan
«un hombre, y te quiso mucho»
y «Mucho» llorando digas?
Es el mundo que no conozco,
Atlántida sumergida.
Ay de mi vida.
Allí las palmeras echan
esmeraldas. Allí las crías
del delfín esmeraldas pacen.
Allí no hay noche ni día:
cuando ordeñan a los rebaños,
de púrpura el mar se agría,
Ay de mi vida.
Más limpio que agua de oro
es el mundo que yo no viva:
no hay naves de arar espumas
ni arado para las viñas;
el gran árbol le da su fruto
al que el nombre del fruto diga.
Ay de mi vida.
Ese mundo no es el mío:
es el tuyo: el que en tus pupilas
hundido está desde siempre
y no lo alcanza mi vista.
A ese mundo quisiera entrar,
antes que suene la hora
─ay─ de mi vida.
Agustín García Calvo
Agustín García Calvo nació en Zamora, el 15 de octubre de 1926.
Fue un gramático, poeta, dramaturgo, ensayista, traductor y pensador.
Formó parte del Círculo Lingüístico de Madrid junto con Rafael Sánchez Ferlosio y Carlos Piera.
Entre otros obtuvo:
El Premio Nacional de Ensayo en 1990 por «Hablando de lo que habla».
El Premio Nacional de Literatura Dramática en 1999 por «La Baraja del rey don Pedro».
El Premio Nacional al conjunto de la obra de un traductor en 2006.
Murió en su ciudad natal, el 1 de noviembre de 2012.
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