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Sunday, December 13, 2009

TINTES OTOÑALES (IX)







ARCE DE AZUCAR

Pero no pienses que el esplendor del año se ha acabado, porque si una hoja no hace un verano, tampoco una hoja caída hace un otoño. Los arces de azúcar más pequeños de nuestras calles hacen una gran exhibición tan temprano como el cinco de Octubre, más que cualquier otro árbol allí. Cuando miro a la calle principal aparecen como paneles pintados delante de las casas, aunque muchos están verdes.

Pero ahora, o generalmente hacia el 17 de octubre, cuando todos los arces rojos y algunos blancos están desnudos, los grandes arces de azúcar están en su gloria, brillando con amarillo y rojo y mostrando tintes delicados e inesperadamente brillantes. Son notables por el contraste que a menudo proporcionan de un rojo profundo en una mitad y verde en la otra. Ellos se convierten a distancia en densas masas de rico amarillo con un profundo escarlata rosáceo, o más que rosáceo, sobre las superficies expuestas. Ellos son ahora los árboles más brillantes en la calle.

Los grandes en nuestro terreno comunal son especialmente bellos. Un delicado pero más cálido que amarillo oro es el color que prevalece ahora, con motas escarlata. Aun así, desde la parte este del Común justo antes de la puesta, cuando la luz poniente es transmitida a través suyo, percibo que incluso su amarillo, comparado con el pálido amarillo limón de un olmo cercano, se convierte en escarlata, sin percibir las brillantes porciones escarlata. Generalmente, son grandes masas ovales y regulares de amarillo y escarlata. Todo el calor soleado de la estación, el verano Indio, parece estar absorbido en sus hojas. Las hojas más bajas e interiores próximas al tronco, son, como de costumbre, del amarillo y verde más delicados, como la complexión de los hombres jóvenes crecidos en la casa. Hay una subasta hoy en el Común pero su bandera roja es difícilmente discernible entre esta llama de color.

Poco anticiparon los padres de la ciudad este éxito brillante, cuando ordenaron importar desde más lejos algunos plantones rectos con las copas cortadas, a los que llamaron arces de azúcar. Y, como recuerdo, después que fueron plantados, el ayudante de un comerciante vecino, en chanza, plantó judías a su alrededor.

Aquellos que fueron entonces llamados socarronamente guías de judías son hoy con diferencia los más bellos objetos discernibles en nuestras calles. Valen todo y más que lo costaron –a pesar de que uno de los hombres elegidos, al plantarlos, cogió el resfriado que ocasionó su muerte- aunque solo sea porque han llenado generosamente los ojos de los niños con su rico color tantos Octubres.

No les pediremos una cosecha de azúcar en primavera, mientras nos proporcionan una perspectiva tan honesta en Otoño. La riqueza de puertas adentro puede ser la herencia de pocos, pero está igualmente distribuida en el Común. Todos los niños pueden igualmente revelarse en esta cosecha aúrea.

Con seguridad los árboles deberían ser plantados en nuestras calles con el objetivo de su esplendor en octubre, aunque dudo si esto ha sido considerado alguna vez por la “Sociedad del Arbol”. ¿No piensas tú que les concederá alguna ventaja a estos niños el haber crecido bajo estos arces?.Cientos de ojos están regularmente bebiendo en este color, y por estos profesores incluso los vagos son capturados y educados en el momento en que ellos salen fuera.

De hecho, ni al vago ni al estudioso se les enseña este color en las escuelas. En su lugar se les enseñan los colores brillantes en las farmacias y en la ventanas de la ciudad. Es una pena que no tengamos también más arces rojos y algunos hickories en nuestras calles.

Nuestra caja de colores está rellena muy imperfectamente. En lugar de, o además, de proporcionar tales cajas de pintura podríamos proporcionar estos colores naturales a los jóvenes.¿En qué otro lugar estudiaran el color con mayores ventajas?.

¿Qué Escuela de Diseño puede competir con esta?. Piensa cuánto van a ser educados por estos colores los ojos de los pintores de todas clases, de los industriales de ropa y papel, de teñido de papel, y tantos otros innumerables.

HDT

(Traducción Guillermo Ruiz)

ACER SACCHARUM



2 comments:

franmanuarki said...

Siempre me sorprende. Thoreau se tendría que haber multiplicado a través de las generaciones y ahora nuestro mundo seria diferente:más natural, más humano. más poético...En mi corazón habita, pero fuera de nuestro corazón, ¿donde está?.

GUILLERMO RUIZ ZAPATERO said...

Gracias Fran por el comentario y las referencias que sigues

http://aurelioasiain.blogspot.com/


http://susanpritchard.blogspot.com/

Sobre la multiplicación y el lugar, diría lo que Thoreau:lo que hay procede de las "semillas".La de Thoreau arraigó.Los hombres famosos de su tiempo son menos que polvo.Y nada puede sustituir a la lucha entre las distintas líneas germinales ... por poblar la tierra

Las realidades menos multiplicadas no son menos realidad:

No temo que mis pensamientos mueran
porque nunca hubo bastante sequía
como para agostar el azul del cielo

No conoce decaimiento ni canícula
aunque todos los ojos lo pastan el nunca se rinde

Controlamos y reprimimos la divinidad que late en nosotros para arrodillarnos y adorar la divinidad que está muerta sin nosotros