Hermanas os he visto en la montaña
cuando vuestros mantos verdes ondeaban al viento
He visto vuestras huellas sobre la playa plana de los lagos,
menor que la del hombre, un rastro más etéreo.
He oído de vosotras como de una raza de antigua fama-
Hijas de los dioses a quienes un día debería encontrar-
O madres, podría decir, de toda nuestra raza.
Reverencio vuestras naturalezas como la mía,
aunque extrañamente diferente, igual y desigual a la vez
Vosotras sóis el único extranjero que se cruzó en mi camino
Aceptar mi hospitalidad-dejarme oír
el mensaje que traéis
Hechas diferentes de mí
Quizás diseñadas para ser
la criatura de un destino diferente.
No sé quiénes sóis que dóciles aguántais
codo con codo con el hombre en cada lugar.
Cuando formásteis la alianza de nuestra raza,
vosotras, hijas de la luna, en las noches plácidas,
saltásteis sobre las colinas y explorásteis la tierrra.
Reverlarme aquello que temo que no podáis decir
dónde estáis vosotras y no yo, dónde habitáis
que nunca puedo llegar allí.
Qué es lo que lo impulsa y aprecio tanto
Qué hace a los soles: el brillo o su energía para los cultivos
Qué es lo que lo impulsa y nunca debería olvidar,
Tengo hermanas sentadas esperando todavía por mí
y que son hermanas
El hombre adulto que puede luchar con valor,
a duras penas puede vivir en este mundo desolado,
y quien lo es, os defiende y allana vuestro camino.
cuando vuestros mantos verdes ondeaban al viento
He visto vuestras huellas sobre la playa plana de los lagos,
menor que la del hombre, un rastro más etéreo.
He oído de vosotras como de una raza de antigua fama-
Hijas de los dioses a quienes un día debería encontrar-
O madres, podría decir, de toda nuestra raza.
Reverencio vuestras naturalezas como la mía,
aunque extrañamente diferente, igual y desigual a la vez
Vosotras sóis el único extranjero que se cruzó en mi camino
Aceptar mi hospitalidad-dejarme oír
el mensaje que traéis
Hechas diferentes de mí
Quizás diseñadas para ser
la criatura de un destino diferente.
No sé quiénes sóis que dóciles aguántais
codo con codo con el hombre en cada lugar.
Cuando formásteis la alianza de nuestra raza,
vosotras, hijas de la luna, en las noches plácidas,
saltásteis sobre las colinas y explorásteis la tierrra.
Reverlarme aquello que temo que no podáis decir
dónde estáis vosotras y no yo, dónde habitáis
que nunca puedo llegar allí.
Qué es lo que lo impulsa y aprecio tanto
Qué hace a los soles: el brillo o su energía para los cultivos
Qué es lo que lo impulsa y nunca debería olvidar,
Tengo hermanas sentadas esperando todavía por mí
y que son hermanas
El hombre adulto que puede luchar con valor,
a duras penas puede vivir en este mundo desolado,
y quien lo es, os defiende y allana vuestro camino.
(Traducción de Guillermo Ruiz)
Fotografía de Nives Meroi (expedición al Makalu, 2007)
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