EL DIARIO DE HENRY DAVID THOREAU: 11 DE JULIO DE 1852
(Ladder to the moon, O'Keeffe)
Lo que se llama "genio" es abundancia de vida o salud, de forma que cualquier cosa que estimula los sentidos, como el sabor de estas bayas o el mugído de aquella vaca, que suena como si fuera un eco a lo largo del lado frío de una montaña justo antes del anochecer, donde los rocíos perfuman el aire y hay interminable vigor, serenidad y expectación de una mañana perpetua no degradada,- cada vista y sonido, olor y sabor-, intoxica con una intoxicación saludable.La corriente mermada de la vida desborda sus riberas, formando y fertilizando amplios terrenos, de los cuales las generaciones obtienen su sustento.Este es el verdadero desbordamiento del Nilo.Somos tan exquisitamente sensibles que abrazamos nuestros destinos y, en lugar de sufrir o permanecer indiferentes, disfrutamos y bendecimos.Si no hemos disipado los fluidos vitales y divinos, hay una circulación de vitalidad que trasciende nuestros cuerpos.La vaca no es nada.El cielo no está allí sino en quien escucha.Me agrada pensar que debo una percepción al usualmente grosero sentido del gusto, que he estado inspirado a través del paladar, que estas bayas han alimentado mi cerebro.Después de haber comido estas simples y saludables frutas con ambrosía en esta elevada ladera, siento mis sentidos afilados.Soy joven de nuevo y, tanto si permanezco de pie como si me siento, no soy la misma criatura.
HDT
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