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Tuesday, January 12, 2021

LES CONQUÉRANTS DE L'INUTILE, LUIS BUÑUEL, VIVAN LAS CAENAS

 



LES CONQUÉRANTS DE L'INUTILE

A LOS ARTISTAS DESCONOCIDOS

TO THE HEROS ONLY KNOWN TO GOD

Lo dijo Luis Buñuel, no yo

Luis Buñuel: el español más irreductible del siglo pasado

(MANUEL VILAS, ESPAÑA UN POETA INGLÉS TE ODIÓ, Primera vez aquí el 29 de marzo de 2015)

El fantasma de la libertad fue la penúltima película de Luis Buñuel, filmada al final de su carrera. En el tiempo de producción tenía 74 años y estaba considerando jubilarse. La película resume muchas de las preocupaciones que impregnan toda su obra y fue, además, una de sus favoritas:

"El azar todo lo gobierna; la necesidad, que lejos está de tener la misma pureza, solo viene más tarde. Si tengo debilidad por alguna de mis películas, sería por El fantasma de la libertad, porque prueba a salir solo este tema."

(Buñuel1983)

Al principio y al final de la película se reproduce el grito ¡VIVAN LAS CAENAS!



"Vivan las caenas" es un grito que asume la posibilidad del azar como parte de las consecuencias de los actos libres.La necesidad, la crucifixión, el fusilamiento o la muerte vienen más tarde.

(Primera vez aquí el 6 de febrero de 2020)

ÉTIENNE DE LABOÉTIE escribió su "Discurso sobre la servidumbre voluntaria" (traducción de Pedro Lomba (Editorial Trotta) hace cinco siglos:

"Lo único que los hombres no desean es la libertad, y no por otra razón, eso parece, que ésta: si la deseasen la obtendrían

(...)

Los que aun cuando la libertad estuviera totalmente perdida y arrojada del mundo, la imaginan y la sienten en su espíritu, y todavía la saborean, y la servidumbre no es de su gusto por mucho que se la adorne.

(…)

Las gentes libres luchan a porfía, a cuál mejor, cada uno por el bien común y cada cual por sí, para tener todos su parte en el mal de la derrota o en el bien de la victoria. Pero las gentes sojuzgadas, además de este ardor guerrero, pierden también la vivacidad en todo lo demás, y tienen el corazón blando y bajo, e incapaz de nada grande; los tiranos lo saben bien, y al ver que tal es la reacción de aquéllas, incluso la propician para mejor debilitarlas."

(Primera vez aquí el 19 de diciembre de 2015)

Claude Lefort, en su epilogo al Discurso ("El nombre de uno" (2002)), "explica" al autor de Calanda, por si alguien todavía no lo ha entendido:

"La cuestión no descubre el hecho, basta con observarlo.La cuestión se da con él porque es familiar, extraño, visible, ininteligible.En la tiranía vemos el mundo al revés y ese mundo es el nuestro: la fuerza ocupa el lugar de la debilidad y ésta el de la fuerza.Y cuanto más escrutamos el hecho más fantástica se muestra le inversión. Descubrimos que un pueblo puede soportarlo todo, no de enemigos formidables (...) "sino de un solo homúnculo, y, lo más frecuentemente, del más cobarde y femenil de la nación". El poder del número infinito se disuelve ante nuestros ojos al contacto con un poder casi nulo."


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