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Sunday, April 29, 2018

LA AUTÉNTICA SAL DE LA TIERRA






El viernes 27 una estampa insólita en el Parque Norte: un perro persigue pendiente abajo un conejo.Habías visto varias veces abubillas, pero nunca un conejo.

El sábado 28 visto y recogido lirios al lado de la M-30.




Gutun Zuria 2018

Del 23 de abril de 2018 al 29 de abril de 2018


Azkuna Zentroa celebra del 23 al 29 de abril la XI edición de Gutun Zuria, el Festival Internacional de las Letras de Bilbao. Bajo el título ‘Regreso a la naturaleza ¿Utopía literaria?’, el certamen reúne un año más a figuras relevantes de la literatura contemporánea.
Teniendo como telón de fondo el bicentenario del defensor universal natural, Henry David Thoreau, autor de ‘Walden’ o ‘Desobediencia civil’, el Festival propone una reflexión en torno a la necesidad de mantenernos en comunicación con la naturaleza, propiciar el equilibrio entre esta y la persona, y la vuelta a la naturaleza salvaje como el paraíso perdido.
Gutun Zuria se pone este año sobre la mesa la crítica a la sociedad actual basada en el capitalismo y la acumulación, al tiempo que se invita al ser humano contemporáneo a la búsqueda de una felicidad que parece ausente de nuestras comunidades.

Leído en la sección de cultura del periódico El País la referencia al Festival Internacional de las Letras de Bilbao.

La autora del reportaje reproduce estas declaraciones del escritor Francisco Ferrer Lerín:

"No veo en la naturaleza lo que muchos escritores que se extasian ante un crepúsculo.Naturaleza y escritura son antagónicas y antitéticas"

Si se considera a las pinturas rupestres como precursoras de la inscripción de la escritura, lo contrario parece ser cierto.Hay escritura porque antes hubo inscripción de la naturaleza en el orden simbólico humano.Que se haya perdido la conexión no es una prueba contra el origen, de la misma manera que la evolución de la geometría no es una prueba contra la medición de las crecidas del Nilo.
El citado autor añade:

"La mayoría de estos libros, y excluyo el de Terry Tempest Williams (Refugio), que es más literario que ambientalista, son alegatos hechos de buena fe"

Pero este es un juicio de valor sobre la calidad literaria de la mayoría de los citados libros. 

Todavía no has escuchado la conversación del autor con Terry Tempest Williams.Ella ha hecho ambas cosas y si escribe sobre la naturaleza es, según afirma, para preservarla y mantenerla viva, que por supuesto es una cosa distinta de su estudio científico. Pero el mismo estudio científico está condicionado por las propias premisas acerca de la naturaleza. Hay quienes consideran que la naturaleza o la materia son infinitas e inagotables o que la supervivencia humana no depende de la supervivencia de la naturaleza. Edward O. Wilson, por ejemplo, ha limitado el objetivo de la preservación humana de la naturaleza al 50% de sus recursos, considerando que dadas las tendencias económicas y sociales actuales (antropoceno) un objetivo más ambicioso no es realista.Pero él no duda que la destrucción de la naturaleza representaría la destrucción del espíritu humano.Y afirma, con argumentos científicos, que la dismincuón de los recursos naturales por debajo del umbrál del 50% conducirá a un desequilbrio fatal para la sociedad humana. La antagonía y la antítesis están, por tanto, en otro sitio.

Desde un punto de vista histórico la ecología tampoco se ha desarrollado desde premisas puramente científicas- si es que ha habido alguan ciencia que haya seguido dicho desarrollo-.

La conservación, si es deseable, solo será posible si hay una cambio profundo en las actitudes y sentimientos y también en las prácticas medioambientales. La literatura influye e influirá en ello, como ha influido en los distintos desarrollos sociales. No más, pero tampoco menos.

La biofilia de la especie no es algo anecdótico, ni una mera moda comercial. Aunque el mundo comercial puede explotar cualquier cosa, y también destruirla.

Si según la IA la inteligencia depende de los sentimientos, la necesaria para abordar los problemas de la especie dependerá de los sentimientos hacia la naturaleza, incluido el hombre.

Thoreau dice llanamente que hay hombres y mujeres más grandes que Homero, Chaucer o Shakespeare, que no tienen tiempo siquiera para declarar su grandeza porque no eligieron el camino de la escritura...

EL DIARIO DE HENRY DAVID THOREAU

20 de Junio de 1840

Algo como el sonido de los bosques se oirá a través de las hojas de un buen libro.Algunas veces oigo la fresca y empática nota del oven-bird y tengo la tentación de abandonar muchas páginas; algunas veces el sonido veloz de la ardilla cuando perfora la pared.

(...)

Verás hombres rudos y fuertes, experimentados y sabios, guardando sus fortalezas, apilando la leña veraniega o talando solos en los bosques, más llenos de conversación y aventura insólita, en el sol, el viento y la lluvia, que un percherón de carne; que han estado en la lucha no sólo en 1785 o 1812 sino cada día de sus vidas; hombres más grandes que Homero, Chaucer o Shakespeare, que no tuvieron siquiera tiempo para declarar su grandeza porque nunca eligieron el camino de la escritura. Mira sus campos, e imagina lo que podrían escribir si debieran elegir poner su pluma al papel. O qué no han escrito ya sobre la faz de la tierra, desbrozando, quemando, limpiando, arando cavando y rellenando, adentro y adentro, afuera y afuera, encima y encima, una vez y otra vez, borrando lo que ya habían escrito por su deseo de más pergamino.

Así como el ayer y los tiempos históricos son pasado, así como el trabajo de hoy está presente, así también algunas perspectivas del alejamiento y semiexperiencia de la vida en la naturaleza son, en el tiempo, un verdadero futuro, o mejor están fuera de su discurrir, peremnes, juveniles, divinas, en el viento y la lluvia que nunca mueren.

La gente respetable,
¿dónde habita?.
Susurran entre los robles
y resuellan entre el heno.
Invierno y verano, noche y día,
afuera, sobre las riberas, allí habitan.
Nunca mueren,
no gimotean ni gritan
ni piden nuestra piedad
con los ojos mojados.
Siempre mejoran un sobrio legado,
prestos prestan a cualquiera,
al océano riqueza,
a la ribera salud,
al Tiempo su duración,
a las rocas fuerza,
a las estrellas luz,
al cansado noche,
al ocupado día,
al indolente ocupación.
Y así su buen humor nunca termina,
porque todos son sus deudores y todos sus amigos.

(...)

El Mississippi, el Ganges y el Nilo, los átomos viajeros de las Montañas rocosas, del Himalaya y las Montañas de la Luna, tienen importancia personal en los anales del mundo. Los cielos todavía no han drenado sus fuentes, sino que las Montañas de la Luna todavía envían, sin fallar, su tributo anual al Pachá, como lo enviaron a los faraones, aunque deban recaudar el resto de su tributo con la punta de la espada. Los ríos han sido los guías que condujeron los pasos de los primeros viajeros.

Son la tentación constante, cuando fluyen delante de nuestras puertas, a empresas y aventuras lejanas, por un impulso natural los habitantes de sus riberas acompañan, a distancia, sus corrientes a las tierras bajas del globo o, a su invitación, exploraron el interior de los continentes. Son las carreteras naturales de todas las naciones no sólo allanando el terreno y eliminando obstáculos del camino del viajero, saciando su sed y nutriéndolo con sus frutos, sino conduciéndole a través del escenario más interesante, las porciones más populosas del globo y donde los renos animal y vegetal alcanzan su perfección más grande.

He permanecido a menudo en las riberas del Concord, mirando la corriente fluir, un emblema de cualquier progreso, siguiendo en el tiempo y con todo lo existente la misma ley de su (eco) sistema; las algas en el fondo curvándose grácilmente bajo la corriente, sacudidas por el viento acuático, plantadas donde sus semillas cayeron, y que morirán sin demora ni desesperación en la misma forma; los guijarros brillantes sin ansiedad por mejorar su condición, los palos, hojas y ocasionalmente troncos y ramas de árboles que pasan flotando, cumpliendo su destino, fueron objeto de mi singular interés; y, por último, resolví partir sobre sus aguas y fluir a donde quiera que me llevaran.

HDT

(Concord River, en la obra “A week on the Concord and Merrimack Rivers”.Traducción Guillermo Ruiz)

(Aquí el 20 de junio de 2006)




“When Emily Dickinson writes, “Hope is the thing with feathers that perches in the soul,” she reminds us, as the birds do, of the liberation and pragmatism of belief.”
Terry Tempest Williams, Refuge: An Unnatural History of Family and Place

(Aquí 25 de junio de 2016)

"Cuando Emily Dickinson escribe "La esperanza es eso con plumas que se posa en el alma", nos recuerda, como hacen los pájaros, la liberación y el pragmatismo de la creencia."

Ricardo Menéndez Salmón escribe sobre la novela de César Martin Ortiz "Necrosfera": "un réquiem anticipado por nuestra ruina, un alegato contra la sinrazón y sus símbolos, y la constatación de una certeza, la inhumanidad
(...)
y que rinde, póstumamente, justicia a un autor a quien hoy descubrimos con la auténtica sal de la tierra: la admiración."


No pienso que podamos mirar a un liderazgo más allá de nosotros mismos. No creo que podamos esperar por algo o alguien que nos salve de nuestras estimaciones y obligaciones globales. Necesito mirar en el espejo y preguntarme: ¿Si estoy comprometido a ver cambiar la dirección de nuestro país, cómo debo cambiar yo mismo?

Terry Tempest Williams

(Aquí 23 de noviembre de 2014) 

"Ya las glicinas
despuntan en el Banco
Hipotecario"

(Jesús Munárriz, Capitalinos) 





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