Estés siempre tan poco distraído-tus pensamientos tan poco
confundidos-tus ocupaciones tan pocas- tu atención tan libre tu existencia tan
mundana- que en todos los lugares y en todas las horas puedas oír el sonido de
las cigarras en las estaciones en que debe oírse. Es una señal de serenidad y
salud mental cuando una persona oye mucho este sonido-en las calles de la
ciudad tanto como en los campos. Algunos oídos nunca oyen este sonido-son
llamados sordos. ¿No es porque ellos han atendido hace mucho a otros sonidos?
HDT
(Diario 7 de julio de 1851)
El crepitar de las cigarras parece estar en el origen de
todo sonido. Al final no puedo atribuirlo a un tañido en mis oídos. Es un
sonido de dentro no de fuera. No puedes disponer de él por escucharlo. Cuando
estoy calmado lo oigo. Me recuerda que soy un ciudadano de la tierra.
HDT
(Diario 14 de julio de 1851)
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