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Thursday, November 02, 2006















Para el centenario de Anna Ajmátova

El papel y el fuego, el grano y la muela,
el filo del hacha y la segada cabellera,
Dios todo lo conserva, y aún más las palabras
de amor y de piedad, como su propia voz.

En ellas brota el pulso roto, se oye en ellas crujir de huesos
y en ellas bate el azadón; son un fluir ensordecido,
porque la vida es solo una , y más claras suenan y precisas
en labios mortales que en bruma ultraterrena.

Desde la otra orilla, poderosa Alma, ante tí me inclino
por dar con ellas; ante tí me inclino y ante tus cenizas
que tu tierra acoge, y yo te agradezco que hayas hallado
en un mundo sordo y mudo el don de la palabra.

Joseph Brodsky
Julio de 1989
(TRADUCCION DE RICARDO SAN VICENTE:
"NO VENDRA EL DILUVIO TRAS NOSOTROS" (ANTOLOGIA POETICA 1960-1996).GALAXIA GUTENBERG.CIRCULO DE LECTORES)

1 comment:

Ricardo San Vicente said...

En una traducción no está de más citar al traductor. En todos los casos.
El traductor, en este caso de Brodsky.