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Saturday, August 08, 2015

CAPE COD (VI): LO QUE NINGUN OTRO HOMBRE HA ENCONTRADO







A veces, con humor prosaico, nos parece que la vida no será más que algunos días como los que ya hemos vivido, que no se verá alterada por más amigos y amistad, sino, probablemente, cada vez por menos. Así como, tal vez, anticipamos el final del día antes de que acabe, cerramos las contraventanas y con una resignación desalentada comenzamos la estéril noche cuyo final improductivo vemos claramente, creemos desanimados que lo que queda de vida es esta experiencia repetida cierto número de veces, y así sería, si no fuera por la facultad de la imaginación.

HDT (Diario 13 de febrero de 1859, de “Escribir (Una antología), Henry David Thoreau”, Edición y traducción de Javier Alcoriza, Antonio Casado da Rocha y Antonio Lastra)



El verano siguiente ví un barco de Chatham dragando en busca de anclas y cadenas en esta orilla. Tenía sus botes en la tarea mientras tanteaba alrededor con sondas y, cuando  cualquier cosa era encontrada, tiraba para depositarla sobre la borda-Es un empleo singular, en el cual son contratados y pagados regularmente hombres por su industria, capturar hoy con buen tiempo las anclas que se han perdido-la fe y esperanza hundida de los marineros, en las cuales confiaron en vano, ahora, quizás, es la oxidada ancla de algún viejo barco pirata o de un pescador del Norte, cuyo cable se partió aquí hace doscientos años, y ahora la mejor ancla de proa de un barco de Canton o California, que ha zarpado a su negocio.



Si las rutas del océano espiritual pudieran ser dragadas así, ¡qué arpones oxidados de esperanza y cadenas de fe partidas podrían ser izadas de nuevo a bordo!.Suficientes para hundir el barco del descubridor, o para aprovisionar nuevos navíos hasta el fin de los tiempos.El fondo del mar está hendido con anclas, algunas profundas y otras superficiales, y alternativamente cubiertas y descubiertas por la arena, quizás con un corto cable de hierro todavía unido- ¿dónde está su otro extremo?.Muchos relatos para ser continuados en otra ocasión. Así, si tuviéramos cámaras de buceo adaptadas a las profundidades espirituales, veríamos anclas con sus cables unidos, tan gruesos como anguilas en vinagre, todos ondulando en vano hacia su punto de amarre. Pero no es ningún tesoro para nosotros lo que otro hombre ha perdido, por el contrario debemos buscar lo que ningún otro hombre ha encontrado o puede encontrar- no ser hombres de Chatham, dragando en busca de anclas.

HDT (Cape Cod, The Highland Light, traducción Guillermo Ruiz)

Lighthouse illustration:  Jeremy D'Entremont, of the New England Lighthouses website, reports that the lighthouse engraving was published in 1856. "The lighthouse was rebuilt in 1857, so it seems likely that the lighthouse familiar to Thoreau was the 1831 brick tower depicted in that engraving."

No hay anclas.Ni ajenas ni propias.El hallazgo de algo propio no es ningún ancla. Solo un resultado de la imaginación que continua por otros medios y en otros tiempos.

Por esto, entre otras razones,  "el poeta escribe la historia de su cuerpo" (HDT, 29 de septiembre de 1851, obra citada)






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