No cualquier hombre puede ser un Cristiano, incluso en un sentido muy moderado, cualquiera que sea la educación que le des. Es una cuestión de constitución y temperamento después de todo. Puede que tenga que nacer de nuevo muchas veces. He conocido a muchos hombres que pretendían ser un Cristiano y en los cuales resultaba ridículo, porque no tenían genio alguno para ello.
HDT
(Los últimos días de John Brown, traducción Guillermo Ruiz)
El juicio de Thoreau aplica también a otros "credos" y, por supuesto, a los seguidores de cualquier "filosofía", moda o tendencia literaria.
Cuando los temporales arrecian muchos se reciclan y pretenden agarrarse a las pajas.
No es necesario profesar ningún "purismo" para emparejar el juicio anterior con el de Fichte:
Hay muchos animados por un alma cristiana o thoreauviana o de cualquier clase que no saben que la tienen, pero que tienen su propia constitución y temperamento y no necesitan ser nacidos de nuevo para tener una constitución y temperamento propios. Otro sentido para "desearía ser tan sabio como el día en que nací".
La estética y la comprensión son otra cosa más fácil:
"No es necesario ser un Cristiano para apreciar la belleza y significado de la vida de Cristo" (HDT, A week ...)
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