Los pájaros del mundo las palabras
Las palabras los pájaros del mundo
Quien canta vive y quien vivió ya es canto
(…)
Arde la nieve y como el fuego canta
Arde la nieve y como
el fuego es nieve
Arde la vida la memoria es llama
Escribo a quien me
escribe y no contesta
Ausencia verde o nube
(…)
Ángeles hombres vendaval de nieve
Nieve que viene como
viene el viento
Nieve que vino a ocultar la tierra
(…)
La voz es viento las palabras nieve
Somos sílabas verdes somos ríos
(…)
(Fragmentos del poema “La órbita de Venus” de José Luis Rey (“La luz y la palabra”. Visor Madrid)
Y cuando de pronto el allá nos falta porque aquí hay nieve, la nieve súbita y total, con un viento que agita la luz, he aquí que por fin el horizonte está con nosotros, lo tocamos lo atravesamos a ciegas una y otra vez, bebemos su aire fresco, es la dicha de la nieve.
(Observaciones sobre el horizonte, Yves Bonnefoy.
Traducción Enrique Moreno Castillo)
La nieve es el gran traidor. No solo muestra las huellas de los ratones,
nutrias, etc, etc, que de otra manera raramente veríamos, sino que los sparrows
son más fácilmente vistos contra el fondo blanco, y ellos, a su vez, son
atraídos por las semillas oscuras que el mismo fondo blanco revela. También
conduce a los cuervos y otros pájaros fuera de los bosques y hacia las ciudades
en busca de comida.
¿Podríamos esperar encontrar en la nieve la huellas de una vida superior a
la nuestra, de la cual ninguna zoología tiene conocimiento? No hay en ella
ninguna traza de una vida más noble que la de una nutria o la de un preso
fugado para ser perseguida en la nieve?¿Supondremos que ésta es la única vida
que ha estado afuera en la noche?. ¿Solo el salvaje no puede ver en la nieve la
huella de ninguna vida superior a la de la nutria?.
¿Por qué las vastas llanuras de nieve nos proporcionan placer, la última
luz de los bosques curvados y medio enterrados?¿No está allí todo de acuerdo
con la virtud, la justicia, la pureza, el coraje, la magnanimidad? ¿No somos
animados por esta visión?¿ Y no equivale ello a la huella de una vida más alta
que la de la nutria, una vida que no ha pasado y dejado meramente una huella,
sino que existe con su belleza, su música, su perfume, su dulzura, para
vigorizarnos y recrearnos?
¿Donde hay un gobierno perfecto del mundo de acuerdo con las leyes más
altas, no hay ninguna huella de inteligencia, en la nieve o en la tierra, o en
nosotros mismos?¿Ningún otro rastro que el que un perro pueda oler? ¿Ninguno
que un ángel pueda detectar y seguir?¿Ninguno para guiar a un hombre en su
peregrinaje , que el agua no pueda borrar? ¿No hay ningún olor de santidad que
pueda ser percibido? ¿Es un sendero demasiado antiguo?¿Han perdido los mortales
su aroma? El gran juego para los poderosos cazadores tan pronto como cae la
primera nieve es la Pureza, porque, antes que cualquier conejo o zorro, ella
está a la intemperie, y su rastro puede ser detectado por rastreadores de
último rango.
Vino esta gran nevada a revelar meramente el rastro de alguna liebre
temerosa o el de la Gran Liebre, cuyo rastro ningún cazador ha visto?¿No hay
allí ningún rastro ni sugerencia de la Pureza para ser detectada?¿Si uno
pudiera detectar el significado de la nieve, no estaría sobre el rastro de una
vida más alta que la que ha estado a la intemperie durante la noche? ¿No hay
cazadores que buscan algo más alto que zorros, con juicio más discriminante que
el sentido de los sabuesos, que se agrupan para escuchar una música más noble
que la del cuerno de caza?
De la misma manera que hay competencia entre los pescadores para alcanzar
el lago tan pronto como el hielo aguante, a pesar del frío, y los cazadores se
dirigen a tomar el campo tan pronto como la primera nieve ha caído, así el
observador, o aquel que haría lo más arduo por disciplina, debe estar fuera
temprano y tarde, a pesar del frío y la humedad persiguiendo un juego más
noble, cuyos rastros son entonces más visibles.
Una vida que perseguida, no toma la tierra por sí misma, no se dirige hacia
abajo sino hacia arriba, que no toma los árboles sino los cielos como su
morada, que el cazador persigue con pensamientos alados y aspiración-éstos los
perros que lo ascienden -, juntando su hatillo con las notas de corneta de la fe
imperecedera y que regresa con algún trofeo más valioso que una cola de zorro,
una vida que buscamos no para destruir sino para salvar la nuestra. ¿Es la gran
nieve de utilidad solo al cazador y no al santo o a quien está construyendo
juiciosamente una vida?¿Solo el Indio y el cazador necesitan zapatos de nieve
mientras el santo se sienta en el interior en zapatillas con adornos?
HDT
(traducción Guillermo Ruiz, dedicada, por su compañía el 2-01-2010, a
Alvaro, Enrique, Santiago e Iñigo)
(Primera vez aquí el 8-01-2010)
Home tundra
Tundra propia
Que parece que nunca cuaje
Ni incluso esté fría deslizándose ahora
Lejos desde abajo hacia
El pasado del que no llegan sonidos
Lo que oigo son los perros respirando
Delante de mí en la sombra
Dos de ellos ya se fueron
Lejos hacia la oscuridad de cerradas
Páginas fuera de la vista y el sonido
Dos de ellos ya son viejos
Uno no puede oír otro no puede ver
Incluso en el sueño están corriendo
Dibujándome a mí con
ellos en su camino
Envuelto en un día que
encontré hoy
Sabemos donde estamos porque
Estamos juntos aquí juntos
Sin dejar huellas en el momento
Digan lo que digan los periódicos
Nadie nunca encontró el polo
William S. Merwin
(traducción Guillermo Ruiz)
(Primera vez aquí el 21 de septiembre 2013)
(Scott, Cebollera 22-12-2013)
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