“Nuestra relación con el agua subraya nuestra cuasi convergencia
con los animales marinos que evolucionaron de ancestros terrestres. Varias características
distintivas de los humanos, incluyendo nuestra columna vertebral flexible,
nuestra capacidad de llorar copiosamente como animales marinos, la inclinación
a los baños y playas, la relativa falta de bello propicia en el agua, el
reflejo de arcada, la habilidad natal de los niños para aprender a nadar
fácilmente, las manos como aletas y los pies ocasionalmente entretejidos, han
sugerido a algunos que a diferencia de otros simios, nosotros tuvimos una etapa
evolutiva de formación en el agua. La gente en la novela Galápagos de Kurt
Vonnegut evolucionó con convergencia. Unos pocos turistas ricos y celebridades
en una isla remota protegida de la 3ª
Guerra Mundial y la pandemia de un virus como el SIDA desarrollaron vejigas
natatorias y cabezas puntiagudas más pequeñas, salpicando poco cuando se
zambullen en el agua e incapaces de recordar a sus madres después de cumplir
tres años; Vonnegut describe estos descendientes humanos acuáticos tumbados
tomando el sol y recuerda al lector que el único rasgo que los vincula con sus
ancestros humanos es que, cuando uno de ellos se tira un pedo mientras descansa
en la playa, los otros estallan de risa.
En una versión a medio camino del escenario de ficción de Vonnegut,
la teoría acuática sugiere que, como los ancestros de morsas, leones marinos,
delfines y ballenas, los ancestros mamíferos de los humanos regresaron al
agua. A diferencia de las especies mencionadas, sin embargo, nosotros nos
readaptamos después a la tierra.La teoría de que pasamos un período crucial de
la evolución cerca del agua y dentro de ella, quizás durante el Plioceno, fue
avanzada primero por el biólogo marino Sir Alyster Hardy cuando intentó explicar
la capa de grasa subcutánea, mencionada por un anatomista, que tenemos nosotros
pero no nuestros parientes más próximos los chimpancés.”La visión de Hardy… de
su primate temprano conducido a islas cercanas a lo que entonces era la costa este
de África…de un pingüino tropical… ha sido criticada por los tradicionalistas
más feroces, que destacan que es enteramente conjetural y que no hay ningún
rastro de evidencia directa que la apoye.Lo que ellos no reconocen es que la
propia “teoría de la caza en la sabana” es igualmente circunstancial”.Ver Desmond Morris (1994): The Human
animal: A personal view of the human Species. Crown Publishers, Inc: New
York, pp 53-61. La importancia en la dieta humana de ácidos grasos esenciales,
obtenidos del pescado, podría también apoyar la idea de Hardy de un ancestro
acuático."
(Lyn Margulis &Dorion Sagan. What is sex?, Capítulo 6, nota 3.
Traducción del autor)
De Kurt Vonnegut previamente (4 de octubre 2014):
“Thoreau, I now feel, wrote in the voice of a child as
I do”
Kurt Vonnegut
(citado por Kiko Amat en “Cinco pistas sobre Kurt Vonnegut”, Babelia 4-10-2014)
“Somos lo que pretendemos ser, por eso debemos ser cuidadosos con lo que
pretendemos ser”
Kurt Vonnegut
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