BOSQUES DE LAUREL (II)
“Una de las notas características de la interrogación es la soledad, esta resulta especialmente notable en unos tiempos en que florece el culto de la comunidad. Pero una de las experiencias que a pocos les es ahorrada es precisamente la siguiente: que lo colectivo aparece como lo inhumano. Esta paradoja es similar a la que se da en el hecho de que la libertad de la persona singular vaya reduciéndose más y más, en relación directamente proporcional a las enormes conquistas espaciales que van lográndose.
Tal vez en tiempos venideros se tendrá la impresión de que la parte de nuestra literatura que menos ha surgido de propósitos literarios es la más vigorosa: todos estos relatos, cartas, diarios que han brotado en las grandes batidas, en los cercos y desolladeros de nuestro mundo. Tal vez en aquellos tiempos futuros se verá que en el De profundis alcanzó el ser humano una hondura que roza los cimientos y que quebranta el fuerte poder de la duda. De esto se sigue la pérdida de la angustia.
En las anotaciones de Petter Moen, que fueron encontradas en el pozo de ventilación de su calabozo, puede verse el modo en que se presenta esa operación, incluso allí donde fracasa; Petter Moen fue un noruego que murió en las cárceles alemanas y del que puede decirse que es un descendiente espiritual de Kierkegaard. Casi siempre cooperó un azar feliz a que se nos conservaran unas cartas como las escritas por el conde Moltke.
Estos textos nos permiten mirar como a través de rendijas a un mundo que creíamos desaparecido. Cabe prever que a ellos vendrán a agregarse documentos procedentes de
Ernest Jünger (La emboscadura (1951), traducción de Andrés Sánchez Pascual)
Ilustración de Stephane Poulin: I am a dreamer (utilizada como cubierta del libro "Venganza tardía, Tres caminos a la escuela", de Ernst Jünger.Tusquets Editores. Barcelona 2009)
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