ADAM SMITH EN PEKIN: ORIGENES Y FUNDAMENTOS ECONOMICOS DEL SIGLO XXI
Con
la deuda pública surgió un sistema de crédito internacional que a
menudo oculta una de las fuentes de acumulación primitiva en tal o cual
país.Así, las infamias del sistema de rapiña veneciano constituyeron una
de las bases secretas de la riqueza capitalista de Holanda, a la que
Venecia prestó en su decadencia grandes sumas de dinero.Lo mismo sucedió
con Holanda e Inglaterra.A principios del siglo XVIII […] Holanda había
dejado de ser el país industrial y comercial dominante.Uno de sus
principales negocios [se convirtió] en el préstamo de enormes cantidades
de capital, especialmente a su gran rival Inglaterra.Lo mismo está
sucediendo hoy día entre Inglaterra y Estados Unidos”
Karl Marx
(El Capital vol.I)
Giovanni Arrighi es profesor en la Univeridad Johns
Hopkins y autor de importantes libros de economía histórica.El aquí
reseñado ha sido publicado por ediciones Akal en el año 2007, en
traducción de Juanmari Madariaga.
“Adam
Smith en Pekín” pretende ser, como indica su subtítulo, un libro sobre
“los orígenes y fundamentos económicos del siglo XXI”.
El
libro aborda la “gran divergencia” histórica y económica de Oriente y
Occidente desde los orígenes y consolidación de la revolución industrial
capitalista hasta su clausura en el relativamente reciente
resurgimiento económico de China y los paises emergentes de Asia.
Como
obra de historia económica y de economía histórica pretende
proporcionar no solo una explicación de las diferentes fases del
capitalismo y del desplazamiento de los sucesivos “centros” de
la economía-mundo, sino también las líneas de tendencia del
desplazamiento en curso, coincidente con la crisis de hegemonía
económica, social, política y militar de los Estados Unidos de América.
Arrighi
analiza profusamente esas crisis “señal”, que vincula, estrechamente,
no solo a sus causaS económicas sino a las derrotas militares en Vietnam
e Irak, así como al “Proyecto para un Nuevo Siglo Americano” de Bush
(hijo).Con visión certera, el autor lo da por cancelado históricamente
antes de la derrota “republicana” y de la elección de Obama como nuevo
Presidente.
Lo
más interesante del libro en el momento actual es la vinculación de la
crisis económica –todavía no detonada cuando el libro se entregó a la
imprenta (Marzo de 2007)- al desplazamiento del centro de la
economía-mundo a China y Asia y a la financiación del déficit exterior y
fiscal de Estados Unidos por China y otros paises con enormes reservas
de dólares.Se reproduce así –aunque de forma invertida-, el patrón
histórico menciondo por Marx en relación con la deuda pública de los
sucesivos centros de la economía capitalista.
Sobre
este diagnóstico, fundado en evidencias exhaustivas, parece que no hay
grandes diferencias entre los economistas e historiadoes mejor
informados.Sí las hay, sin embargo, frente a los “economistas y
políticos ahistoricistas”,que ni siquiera han detectado la crisis de
enormes proporciones que se estaba gestando y que incluso la han negado
repetidamente una vez desencadenada.
La
crisis financiera internacional actual se incribe, sin dificultades, en
el análisis de más largo alcance de Arrighi y plantearía, desde su
perspectiva, un interrogante crucial sobre el mantenimiento del “centro
financiero internacional” y sobre las posibles líneas de desarrollo
posteriores a la “quiebra de Wall Street”.Esta será, sin duda, una de
las mayores transformaciones derivadas de la crisis en curso.
En
el ámbito político, el multilateralismo parece inevitable, pero la
situación arroja enormes incertidumbres sobre las vías de resolución de
la crisis de hegemonía, considerando que el anterior desplazamiento
histórico del centro de la economía-mundo de Gran Bretaña a Estados
Unidos solo tuvo lugar después de dos guerras mundiales.China no parece,
según Arrighi, interesada en ninguna confrontación, pero los
equilibrios mundiales son y serán sumamente precarios, y los conflictos bélicos no pueden excluirse.
Se trata de cosa simples, como la de la
superevivencia colectiva de los países.Este es un aspecto no considerado
explícitamente por Arrighi: cada vez es más difícil ejercer
positivamente el poder en el ámbito de los Estados-Nación cuando estos
empeoran continuamente su posición relativa en el sistema mundo
capitalista.Las crisis de entreguerras también son el antecedente
histórico pertinente.Los Estados –Nación pueden “quebrar” y desaparecer o
degenerar hacia formas dictatoriales.Las ideologías pueden negar este
problema, disimularlo o utilizarlo en provecho propio, pero no evitarlo
en beneficio de las mayorías socialmente productivas.A este espectáculo
asistimos, dolorosamente, casi todos los días.