LA PROFECÍA DE UN LUNES/ PROPHECY OF A MONDAY
Si
la cosecha de algodón falla
Si
la cosecha de trigo falla
Si
los de Oklahoma deambulan para siempre
Entre
los lotes traseros de Hollywood
Si
la cosecha de patatas falla
Si
la cosecha de maíz falla
Si
el sol nubla a un vigilante
Refleja
nuestras caras a flote
Encima
de una cuna en Guadalajara un ventilador
Separa
nuestras voces
Y
las vidas secretas de las raíces del aloe
Se
confiesan a un espejo con plumas de hielo
Entonces
las bluebells abriéndose en los surcos
De
caminos mineros medirán el muro fronterizo
En
la serena apoteosis de sus sépalos
Y
una gota de mi sangre
Se
congelará en el ojo
De
un viejo zorro, y una gota
de tu ojo caerá
para
regar los bulbos del iris
tres
cuentas de nuestros pulmones
inhaladas
por un prisionero
en
la silla eléctrica una reina
en
un cuento de hadas un granjero
plantando
cosechas al este de su campo
si
las ruedas de las nubes dicen sí
Si
las hormigas fluyen arriba y abajo en los túneles
De
la evolución
Entonces
el tiempo cristalizará en sus posibkles
Y
tú terminarás en un bar
En
Alabama con una cereza en tu boca
Mirando
la llave de un hotel
flotar hacia ti
O
tú despertarás en un laberinto
Llamado
Lunes llamado Tu Vida
Llamado
Las Cosas Por las Que Rezaste
Y
tus decisiones intrincadas
Te
conducirán afuera y más adentro en
tus espejos disolviéndose en agua fantasma
Y
tus indecisiones continuarán
Restando
números del jardín
Y
construyendo casas en el cielo
Chad Sweeney
(Traducción Guillermo Ruiz)
About This Poem
“Time has been my lifelong
obsession. To explore time and interconnectedness in a new way, I am writing a
book in the future tense, a book of prophecies in one extended sentence,
entitled ‘The Futures,’ which reimagines time and causality for the age of
quantum physics. Rather than a linear destiny, these prophecies trace the
future(s) as flowerings of accident and intersectionality, lived histories of
the sacred mundane where individuals and their choices are swept up into larger
patterns—war, poverty, the urgent flight of refugees from Syria, Yemen, Mexico,
and Central America—with echoes of past exigencies such as the Oklahoma
Dustbowl and the Irish Potato Famine.”
—Chad Sweeney
—Chad Sweeney
El fenómeno de los años 1930
conocido como Dust Bowl (literalmente, 'Cuenco de Polvo') fue uno
de los peores desastres ecológicos del siglo XX. La
sequía
afectó a las llanuras y praderas que se extienden desde el golfo de México hasta Canadá. La
sequía se prolongó al menos entre 1932 y 1939,
y fue precedida por un largo periodo de precipitaciones por encima de la media.
El efecto dust bowl fue provocado por condiciones persistentes de
sequía, favorecidas por años de prácticas de manejo del suelo que dejaron al
mismo susceptible a la acción de las fuerzas del viento. El suelo, despojado de
humedad, era levantado por el viento en grandes nubes de polvo y arena tan
espesas que escondían el sol. Estos días recibían la denominación de «ventiscas
negras» o «viento negro». El Dust Bowl multiplicó los efectos de la Gran
Depresión en la región y provocó el mayor desplazamiento de población
habido en un corto espacio de tiempo en la historia de Estados
Unidos. Tres millones de habitantes dejaron sus granjas durante la década
de 1930, y más de medio millón emigró a otros estados, especialmente hacia el
oeste.
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