MANUEL VILAS, EL
ESPAÑOLETO
“Sin los muertos, sin su memoria, la vida de los vivos es aburrida y no
tiene poesía.”[2]
Sobre “Ordesa” y su autor Manuel Vilas (“MV”) se ha escrito
ya profusamente. Debido principalmente al inesperado éxito (cualquier éxito que
verdaderamente lo sea es siempre inesperado) de dicho libro.
Estas son algunas de las contribuciones que has leído:
-Los enigmas del pasado, J.A. Masoliver Ródenas
-Una historia común y extraordinaria, Carlos Pardo
-Manuel Vilas, campeón del mundo, Xavi Ayén
Es oportuno remitirse a todas ellas. Y también a las
restantes.
Pero ni “Ordesa” ni ninguna de las obras del autor de
Barbastro son literatura en sentido tradicional[3]sino
solo el alma de su autor acuñada en la lengua materna.
Lo inesperado ha sido, es, que el alma de MV haya encontrado
un eco y una resonancia que la enriquece y mantiene viva (“las letras en
español se lanzan sin vergüenza a contar las grandezas y miserias de las vidas
propias dando otro sentido a la autobiografía” (MV, “La doma del pudor”)
Lo que sigue pretende ser un registro embrionario de dicha
resonancia. La historia y la “literatura”, cuando viven, no son otra cosa que
la resonancia de los individuos en su época.
I.- La lengua, presupuesto y requisito de la dignidad
MV no ha escrito para ningún otro propósito distinto que
para hablar el español con el significado vivo de la verdad:
“ Somos lo que hablamos,
lo que dijimos a nuestros hijos. Y lo que dijimos a nuestros hijos es móvil;
veo la evolución vocálica desde el latín vulgar, veo la caída de viejos sonidos
consonánticos , que quedan reducidos a escombros amargos, veo la laceración de
los fonemas, que son santos, veo al lingüista Emilio Alarcos Llorach la noche
en que descubrió el sistema fonológico del español, que es lo que somos: un sistema
fonológico caminando a través del tiempo, y veo que lo que hablamos es ficción,
porque el lenguaje es una ficción”. Emilio Alarcos Llorach lo cifró todo en
este mapa (ahora saca Juan Carlos III una hoja de papel de debajo de las
sábanas), que es el mapa del genoma cerebral de los españoles:
(cuadro de los Rasgos acústicos del sistema hispánico, según Alarcos
LLorach)
Alarcos oyó lo que somos,
continúa diciendo Juan Carlos III a su hijo John. Vocal/No vocal. Consonante/No
consonante. Denso/Difuso. Grave/Agudo. Nasal/Oral, qué magnificencia. Un
sistema bífido de síes y noes, qué gran hallazgo evolutivo. Una invención
acústica maravillosa. Sigue, hijo mío, las enseñanzas de Alarcos. Somos una
canción, un montón de sonidos atados a cosas.La canción es lo que importa.
Somos entes fonológicos. La fonología son los restos de la teología antigua.
Sigue los mapas de Alarcos. Son la verdad. La fonología, allí está la
inteligencia cuántica, Todo es fonología. Todo es Alarcos.” (MV, “Aire
Nuestro”, págs 257-258)
Pero no hay lengua ni hablante en
el vacío de la ausencia de dignidad individual y colectiva. Quien ha sido
profesor lo sabe-no por enseñar- y lo proclama-la virtud no se enseña-:
“Enséñales al menos, a querer la vida
Con fuerza, con justicia, con dignidad,
Con las palabras duras que a solas tú
aprendiste.
(…)
Diles que sólo la verdad con las palabras
justas
Defiende de la verdad abandonada a su
sombra”
(MV, “La clase de lengua". Amor. Poesía
reunida, 1988-2010)”)
II.- La historia como lugar del vaciamiento individual y de
la continuidad generacional ( Epílogo de “Ordesa”: La familia y la Historia)
En “Ordesa” MV devuelve a sus
padres la existencia que ellos vaciaron en él y su hermano. Es una extensa
continuación de la elegías a la muerte del padre (“El Crematorio”) y de la
madre (“974310439”: “Todo lo recuerdo y
todo lo recordaré./Te amo, finalmente (…)/la solemne nada histórica en que
vivimos papá, tú y yo”).
El autor y sus lectores reviven la catarsis siempre distinta
y siempre propia de la memoria de los vaciamientos y de su continuidad:
“Puede que mis padres fuesen ángeles, o que
su muerte ante mis ojos los convirtió en ángeles. Porque tras su muerte todo
cuanto les ví hacer mientras estuvieron vivos cobró un alcance taumatúrgico.
Ese alcance no se produjo hasta el fallecimiento de mi madre, que cerró el
círculo.
El cristianismo se asienta en una
conversación interminable entre un padre y su hijo. La única forma de verdad
resistente que hemos encontrado es esa: la relación entre un padre y un hijo:
porque el padre convoca a su descendencia, y eso es la vida que sigue.
El rito de las monarquías es el
mismo: un padre y un hijo. El rito de las sociedades del siglo XXI es el mismo:
padres e hijos. No hay nada más. Todo se desvanece menos ese misterio, que es
el misterio de la voluntad de ser, de la voluntad de que hay otro distinto a
mí: en es misterio se basan la paternidad y la maternidad.” (MV, “Ordesa”,
página 82)
El “éxito” de “Ordesa” es un éxito de MV porque encarna una
verdad resistente de la matriz humana en la historia española (“Pobre fue mi padre,/muy pobre,/y el padre de
mi padre/y pobre soy yo”. Poema “Historia de España”, “Ordesa”, página 367).
Esa verdad pudo haberse perdido “abandonada a su sombra”, pero no se perdió y ya emite un destello
propio de la vida en la historia de España:
“ Es la grandeza del adiós, el
crecimiento del adiós. No volveré a verlo nunca más, repito como un mantra. Y
allí aparece la grandeza del adiós. La fe entonces es algo natural, porque te resulta
imposible aceptar la idea de nunca lo volverás a ver por la sencilla razón de
que está ahí. Si alargo la mano toco su luz.
No se mueve.
Allí está, y me mira.”[4]
La verdad resistente en la
historia es la que crea el sentido colectivo que el poder histórico en España
ha negado y niega como forma de perpetuación. Hay países que se han perpetuado
por su sentido colectivo y otros cuya perpetuación es el expolio articulado de
dicho sentido colectivo.
MV ha hecho suya la ordalía de la
creación de sentido colectivo frente al poder histórico en España. Así lo
asume, indiscutiblemente, el poema “El Españoleto”:
“A ti te puedo decirte que sueño un poco,
A veces más que un poco,
Con la destrucción de España,
Con la defenestración de sus élites,
Con quemar su historia y a sus líderes y a
sus cantantes,
Y a sus futbolistas y a sus toreros y a sus
nobles y a sus actores
Y a sus libros de éxito y a su televisión
española,
Sueño con eso, con calentarme las manos en
ese fuego
Cuando llega el invierno y nieva mucho en
los Pirineos,
Mi santa tierra, solo mía,
Inocente de mí,
Buena persona siempre, sabedlo, no obstante.
(…)
Porque soy un sentimental y estoy enamorado
Y me pone a mil que me hablen en la lengua
de Cervantes.
Que Vilas sea español, que le den, dijo
Un sádico arcángel un 19 de julio de 1962.
A ver qué hace, dijo otro, será interesante
ver eso.
Seguro que se hunde, pobre diablo, no podrá
con eso.
Se matará, se colgará, se dará a la bebida,
beberá
Hasta reventar, o delinquirá
O se convertirá en un drogadicto, en escoria
barata.
Qué buena idea, sí, dijo el arcángel San
Miguel
Con una copa de vino de Rioja en la mano.
Apostemos fuerte por el Gran Vilas y su hispánico
destino.
A ver cómo se apaña con España, dijeron
todos
(…)
Bah, hicisteis bien, colegas,
Amo este país, lo amo mucho,
Daría mi vida por él y no es coña,
Lo amo porque en España
Las mujeres son mejores que los hombres
desde siempre,
Hicisteis bien, hijosdeputa,
Y sabed que los mismo da España que Francia,
China o
Rusia,
Italia que Alemania, Suecia que Finlandia,
Lo mismo da, hermanos míos,
La vida es buena y ya la misma en todas
partes,
Pero sí, la jodida España era mi sitio
El lugar de mi arcangelidad
Dionisíaca, veraniega y popular.
Allí estuvisteis de fábula, pequeños
hijosdeputa,
Reinones del celestial azar,
Libidinoso y acre.
I love sweet, España.
Yo soy el españoleto, y me encanta.
Vilas, el españoleto final,
Como el gran Ribera,
Un hombre de infinito talento”.[5]
Todo es Alarcos, pero ya es
distinto y sonará distinto a cualquiera que haya escuchado a MV -o a alguien
que, a su vez, haya escuchado al “Españoleto”-, que ha podido "con eso" armado
con la lengua y su pobreza:
“Y hay un nombre ¿qué
Entendéis por debajo de sus sílabas
De silbo, bomba y dengue?
(O de sosiego, orgullo, dignidad:
Todo depende de qué modo
Tenséis los huesecillos y los nervios
De las orejas delicadas)
Decídmelo, querría
Saber de qué se trata:
De un ente literario
Que os duele por la lengua en que escribís,
De la materia-más que espíritu-
Cocida por los castros rutinarios,
O bien es que os quejáis
De los que chupan agriamente,
Devoradoramente,
De su teto ya flácido
(pero durable, ¡lástima!
Por ser en exclusiva).
(…)
Ausente, de mí tira:
Y en sus garfios o besos,
Me escapo hacia otras auras.
Imposible: perduran,
Perdurarán la mugre, el cuervo,
El desajuste. Y siempre
Habrá quien busque y hasta encuentre
El encogerse de hombros hasta piedra”[6]
No hay dolor, ni por España, ni
por la lengua, solo escritura y verdad. El sacramento del lenguaje. No perdura
la mugre en la escritura ni en la vida. Solo quedan pendientes la vida y la
historia nacional e internacional, la creación y destrucción de las mismas.
En esas tareas pendientes,
siempre nuevas, la verdad también resulta de la exploración de lo distinto y
desafiante. Por eso MV tuvo también que vivir y escribir “América”[7] (“El fracaso no existe”) y su Epílogo
(“Tres poemas americanos”).Porque ”La vida es buena, y y ya la misma en todas partes”:
“Dedico este libro a todos los desesperados
estadounidenses. A su estilo. Porque temían estilo.
Dedico este libro al miedo.
Dedico este libro a las autopistas, a los
hoteles y a los camioneros americanos.
Dedico este libro al error, a las vidas
erradas. Dedico este libro al olor de los Estados Unidos.
Dedico este libro a quienes, aun sabedores
de que el fracaso no existe, siguieron fracasando.
Este libro es autobiográfico y cuenta mis
viajes por muchas ciudades norteamericanas. Entonces dedico este libro a mi
desesperación americana.”
III.-Compasión
Es solo sentir con otros.
Ni la lengua, ni la vida, ni la
historia existen sin compasión:
"Que nadie desdeñe el sufrimiento
de algunos hombres buenos.
Estuvieron en este mundo, combatiendo contra sí mismos,
como combatieron los aliados contra el III Reich hace
setenta años.
Coraje y oscuridad.
Que nadie pisotee sus bajas pasiones, su acre acabamiento.
La gente se acaba.
Un hombre se acaba.
(...)
Beso todo acabamiento humano.
Los aliados vencieron al III Reich.
Nosotros fuimos vencidos por nosotros mismos.
Bajo el volcán estamos, esperando la resurrección de la carne.
Amaré el dolor.
Sostendré la desgracia sobre mis hombros.
Besaré el final de la vida, tan sucio, tan miserable
(...)
(...)
Beso todo acabamiento humano.
Los aliados vencieron al III Reich.
Nosotros fuimos vencidos por nosotros mismos.
Bajo el volcán estamos, esperando la resurrección de la carne.
Amaré el dolor.
Sostendré la desgracia sobre mis hombros.
Besaré el final de la vida, tan sucio, tan miserable
(...)
a todas las muertas,
a millones y millones
de mujeres muertas,
Un
exministro decía el otro día que los pensionistas españoles no habían cotizado
ni la mitad de lo que percibían. Y encima no lo saben. El exministro era
socialista. A un taxista que lo reconoció en su taxi le contestó “Para servirle a Vd.”. Y el taxista le
dijo, oportunamente, que ya le había servido bastante, que no necesitaba nada.
Me lo contó a mí, en el taxi. No sé ya por qué, pero no se me olvida.
Otro-
que no era precisamente socialista- te decía, con desprecio, como merecida
retribución por su compasión equivocada e inútil, que los que enseñan serán
pobres. Un nuevo “sermón de la montaña”. Solo hay unos bienaventurados: los
pocos y elegidos que son ricos (“y acaban
convirtiendo tu pobreza en culpabilidad, todo una arte moral”[9]).
La gratitud es cara
Gibbon
La gratitud es un
lastre
Diderot
La gratitud es una
enfermedad que padecen los perros
Stalin
El perro y el hombre, que coevolucionaron juntos.
IV.-
Destino individual y nacional
Cuando
es asumido y abrazado.
A
lo pasado “gracias”, a lo porvenir “sí”.
Hasta
los nuevos y reciclados “gurus” hablan ya de la “resiliencia” -de los pocos y
elegidos-.
El
"estilo"y el "sueño" son más modestos y solo tienen un inconveniente para la "legitimación" en curso de fracaso; están al alcance de cualquiera y son utilizados por
todos (por eso han-hemos leído al Gran Vilas).
Persigamos
la salida de la verdad:
“Todo
ser humano se va de este mundo sin saber
Qué fue la
vida, qué es la vida.
Nadie lo
sabe,
Y te mueres
sin saberlo.
Todos los
seres humanos se marcharon sin saberlo.
Hay cierta
grandeza en eso.
(…)
No me gusta
la gente
Que no sabe
darse cuenta
Del don de
estar aquí.
(…)
Nuestros
padres fueron sabios
En el
momento de nuestra concepción.
Ellos, en
ese instante fueron dueños
De algo que
no tiene nombre.
Exalta la
vida de tus padres,
Es lo mínimo
que puedes hacer:
Pero hazlo
con estilo.
No digas “ay
papá cuánto te quiero”,
Eso es una
mariconada imperdonable
Una
“hijoputez”, que diría Clint Eastwood.
Exalta la
vida de tus padres, pero siempre con estilo.”
Y
el imposible sueño ahora cumplido:
“España,
nos das trabajos muy dolorosos.
España,
no tengo un duro y mis libros se venden poco y no
Puedo vivir
de mi trabajo, y trabajo para nadie.
Sólo sé
escribir y me estoy quedando sin palabras.
(…)
España, el
mundo es como tú: da igual que te llamaras Francia o Alemania o Estados Unidos,
ya todo es España.
(…)España,
igual me necesitas tú más que yo a ti. En ese caso puedes contar conmigo, yo te
echaré una mano y no permitiré que te hundas como yo me hundo en ti. Me casaré
contigo y tendremos siete hijos.
(…)
España, los
españoles pobres son mis hermanos, eso siempre.
España, creo
en la pobreza, en la mala suerte, en la bondad
Martirizada.
España,
estamos solos tú y yo. Yo más solo que tú, y aun lo
Estaré más.”[10]
Porque
los dioses hacen que lo improbable suceda y que lo que todos esperan nunca se
cumpla[11], España ha escuchado ahora a MV. El “sueño español” se ha cumplido. Y el fracaso
no existe. Una vez es suficiente. Y ya ha pasado. No es literatura. Pero puede
perseguirse de la misma manera[12]:
"Necesito cambiar de sangre,
de órganos,
de vísceras,
de cuerpo,
pero no de alma.
Mi alma estará bien siempre."
de órganos,
de vísceras,
de cuerpo,
pero no de alma.
Mi alma estará bien siempre."
(MV, “Gran Vilas”)
"Cuando me muera llegaré al paraíso nadando,
Nadando como los monstruos prehistóricos,
Que siguen nadando en las alturas, infinitos, inextinguibles,
Fantasmas que nadan.
(…)
Y nado, entonces nado, el gran privilegio de mi vida
(...)"
(MV, “Otra vez, el nadador”.Amor Poesía reunida 1998-2010)
Nadando como los monstruos prehistóricos,
Que siguen nadando en las alturas, infinitos, inextinguibles,
Fantasmas que nadan.
(…)
Y nado, entonces nado, el gran privilegio de mi vida
(...)"
(MV, “Otra vez, el nadador”.Amor Poesía reunida 1998-2010)
P.D.:
Algunos fragmentos y entradas de este blog sobre MV:
"Un blog podría
ser algo revolucionario si hubiera un pensamiento revolucionario que difundir. Los
blogs existen porque ya no existe el pensamiento en su praxis histórica, el
pensamiento como destrucción y como refundación."(Manuel Vilas, Barbastro, Huesca,
1962.ABC Cultural 26 de Marzo de 2011)
[1] Pendiente
[2] Pendiente
[3] “La literatura es una representación inteligente de la vida, es un
grandioso sí a la vida. Pretendo que mi poesía sea indefinible, incoherente,
contradictoria …como la vida misma” (MV, Babelia 12 de marzo de 2016)
[4] MV (“Ordesa”, página 353)
[5] MV, “El Españoleto”, en
Gran Vilas (XXXIII Permio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla)
[6] Emilio Alarcos Llorach,
“España”. Mester de poesía (1949-1993), páginas 36-38
[7] “América”. Circulo de
Tiza, Madrid 2017
[8] MV, “Bajo el volcán”.El
Hundimiento, obra citada, página 75
[9] “Historia de España”, obra
citada.
[10] MV, “Spanish Dream”. El
Hundimiento, obra citada, páginas 145-146)
[11] Eurípides
[12] También lo dijo, entre otros, un
poeta norteamericano: “Es siempre
el amor de la virtud el que nos hace jóvenes. Esta es la fuente de la
juventud,” (Henry David Thoreau, Diario 16 de julio de 1851)
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