DE LA BOÉTIE Y THOREAU
Lo único que los hombres no desean es la libertad, y no por otra razón, eso parece, que ésta: si la deseasen la obtendrían
(Étienne de la Boétie)
“Y aunque los medios para adquirir los reinos sean diversos,
siempre la manera de reinar es semejante: los que han sido elegidos, los tratan
como si hubieran adquirido toros que hubiera que domar; los que los han
conquistado, disponen de ellos como de su botín de guerra; los sucesores, se
emplean en tratarlos como si fuesen esclavos naturales.
(…)
Se dice que Licurgo, el legislador de Esparta, había criado
dos perros que eran hermanos, ambos amamantados con la misma leche, pero uno
criado en la cocina y otro acostumbrado a los campos y al sonido de la trompa y
los cuernos de caza. Queriendo mostrar al pueblo lacedemonio que los hombres
son tal como la educación los hace, puso a los dos perros en pleno mercado, y
entre ambos colocó una escudilla de sopa y una liebre; uno corrió a la
escudilla, y el otro a la liebre.[>>] Sin embargo, dijo Licurgo son
hermanos[<<]Así, éste educó con sus leyes y su gobierno a los lacedemonios,
y les hizo tanto bien con ellas, que todos tuvieron en mayor estima morir de
mil muertes que reconocer a otro señor que la ley y la razón.
(…)
Los que aun cuando la libertad estuviera totalmente perdida
y arrojada del mundo, la imaginan y la sienten en su espíritu, y todavía la
saborean, y la servidumbre no es de su gusto por mucho que se la adorne.
(…)
Las gentes libres luchan a porfía, a cuál mejor, cada uno
por el bien común y cada cual por sí, para tener todos su parte en el mal de la
derrota o en el bien de la victoria. Pero las gentes sojuzgadas, además de este
ardor guerrero, pierden también la vivacidad en todo lo demás, y tienen el
corazón blando y bajo, e incapaz de nada grande; los tiranos lo saben bien, y
al ver que tal es la reacción de aquéllas, incluso la propician para mejor
debilitarlas.
(…)
Pero, ciertamente, es bien seguro que el tirano jamás piensa
que su poder está asegurado, si no es una vez que ha llegado al punto en que
bajo él no haya hombre alguno que tenga valor. Así pues, se le dirá con razón
lo que Trasón, en Terencio, se jacta de haber reprochado al amo de los elefantes:
¿Eres
tan bravo
Por
tener las bestias a tu cargo?
(…)
¿ Hay algo en el mundo menos soportable que esto, no digo ya
para un hombre de valor, no digo para un bien nacido, sino tan sólo para
alguien que tenga sentido común, o, sin más, para alguien que tenga el rostro
de un hombre?
(…)
Mas quieren servir para poseer bienes, como si pudieran
obtener algo que fuera suyo. Y ni siquiera pueden decir que se posean así
mismos. Y como si alguien pudiera tener algo propio bajo un tirano, quieren
hacer que los bienes sean suyos, y no se acuerdan que son ellos mismos quienes
le dan la fuerza para quitarle todo a todos y no dejar nada de lo que se pueda
decir que pertenece a alguien."
A cada uno su propia esperanza
Spes sibi quisque
WAIT NOT TILL SLAVES PRONOUNCE THE WORD
No esperes hasta que los esclavos pronuncien la palabra
para liberar a los cautivos,
se libre por tí mismo, que no te inactiven,
y dí adios a la esclavitud.
Vosotros sois todos esclavos, tenéis vuestro precio,
y os reunís pero sólo para reunir lamentos,
entonces se alza, el más alto se alza,
oigo sonar vuestros grilletes.
No pienses que el tirano se sienta lejos
en tu propio pecho tienes
el Distrito de Columbia
y el poder para liberar al Esclavo.
El corazón más cálido que alimenta el norte,
está todavía demasiado frío y lejano,
la liberación del hombre de color debe venir
del Africa rechazada.
Apresúrate y libera al cautivo
¿Eres tan libre que sólo te lamentas?
La esclavitud más profunda y rastrera
abandona la libertad por un suspiro.
Henry David Thoreau
Spes sibi quisque
WAIT NOT TILL SLAVES PRONOUNCE THE WORD
No esperes hasta que los esclavos pronuncien la palabra
para liberar a los cautivos,
se libre por tí mismo, que no te inactiven,
y dí adios a la esclavitud.
Vosotros sois todos esclavos, tenéis vuestro precio,
y os reunís pero sólo para reunir lamentos,
entonces se alza, el más alto se alza,
oigo sonar vuestros grilletes.
No pienses que el tirano se sienta lejos
en tu propio pecho tienes
el Distrito de Columbia
y el poder para liberar al Esclavo.
El corazón más cálido que alimenta el norte,
está todavía demasiado frío y lejano,
la liberación del hombre de color debe venir
del Africa rechazada.
Apresúrate y libera al cautivo
¿Eres tan libre que sólo te lamentas?
La esclavitud más profunda y rastrera
abandona la libertad por un suspiro.
Henry David Thoreau
(traducción Guillermo Ruiz)
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