En las Navidades de 1996 te regalaron el libro "Memoria de la nieve".No comprendías del todo ese gesto.Era como si el que te lo regalaba pretendiera desprenderse de un peso concentrado en aquellos versos.
Pero esa memoria pervive y no otra:
"Mi memoria es la memoria de la nieve.Mi corazón está blanco como un campo de urces.
(...)
Pero la nieve ya ha sepultado todos los puentes
(...)
¿Qué espero aún de la espiral del tiempo, de esos cuernos epílogos que suenan en los bosques?"
(Julio Llamazares, Memoria de la nieve)
No hay otra gloria tan brillante pero el velo de los
negocios la puede ocultar efectivamente. Con la mayoría de los hombres la vida
está pospuesta a algún negocio trivial y así por tanto el cielo. Los hombres
piensan como imbéciles que podrían abusar y malgastar la vida de cualquier
manera que les plazca y cuando alcancen el cielo iniciar otra nueva.
HDT
Diario 23 de Julio de 1851
“32. Naturaleza
La naturaleza está ahí, sola, esperando ojos que la revelen,
corazones que la sientan. Desde sus montes o sus llanos, desde sus bosques o
sus praderas, la naturaleza es en principio una expectativa, una oquedad para
ser llenada, una propuesta para el augurio.
Es tan antigua como el universo, aunque sea apenas un
trocito de esa inmensidad. En la naturaleza surge y se levanta la vida. Aun en
pleno desierto, crea sus oasis. Tan sólo somos libres cuando encontramos
nuestro oasis.
Como dejó escrito uno de los heterónimos de Pessoa,”el único
sentido oculto de las cosas es no tener sentido oculto”.Pues bien, la
naturaleza no tiene sentido oculto. Preexiste y existe a la vista de todos.
Cada sobreviviente es una humilde rebanada de la naturaleza.
O sea que vos sos naturaleza. Y yo también, por suerte yo también."
Mario Benedetti (Vivir adrede)
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