“Antes de adornar nuestras casas con objetos bellos, las
paredes deben estar desnudas, y nuestras vidas deben ser desnudadas”
(Walden, Economy)
“Emerson sugirió peyorativamente que a Thoreau le resultaba
fácil seguir su propia máxima:” No tuvo tentaciones contra las que luchar, ningún
apetito, ninguna pasión, ninguna apetencia de elegantes naderías”.Emerson
escribió en su elegía:”No fue seleccionado para ninguna profesión, nunca se
casó, vivió solo, nunca fue a la iglesia, nunca votó, rehusó pagar un impuesto
al estado, no comió carne, ni bebió vino, nunca conoció el uso del tabaco”
(…)
Menos aparente, sin embargo, es la medida en la que Thoreau
también desnudó Walden.
(…)
Entonces Walden presenta las decisiones de Thoreau como el
resultado inevitable de un imperativo moral, no como un estadio de su propia
lucha interior. La novela moderna y las memorias nos han acostumbrado a esperar
no solo acción sino también el pensamiento detrás de ella. Eliminando prácticamente
todos los mecanismos convencionales de estos géneros-confesión, narración de
historias, reveses de fortuna, indecisión, acción repentina-Thoreau retira los
adornos de la literatura como había retirado los lujos de la vida. De esta manera
con sus cuidadosas omisiones y austeridad narrativa, Walden se convirtió en un
análogo exacto de la vida que Thoreau cortó para sí mismo en los bosques”
(Walden x
40, Robert B. Ray; 33, Stripped)
(traducción Guillermo Ruiz)
(Este texto va a ser bloqueado por las herramientas de "censura" de contenidos no aptos, pero cómo se puede decir o traducir "desnudado" de otra forma)
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