"La vida entera de un hombre es vindicada por la menor cosa bien hecha. Este es su resultado neto. Cada oración es el resultado de una larga prueba.¿Dónde buscaremos el inglés estándar sino en las obras de un hombre estándar?.La palabra más justa es aquella que estuvo a punto de no ser dicha, puesto que es pariente de una obra que el hablante podría haber ejecutado mejor. O ni siquiera. Casi debe haber ocupado el lugar de una obra por alguna necesidad urgente, incluso por alguna desgracia, de forma que el escritor más verdadero será, después de todo, algún caballero cautivo. Y quizás los hados tuvieron tal perspectiva cuando, habiendo provisto a Raleigh tan sinceramente con la sustancia de la vida y la experiencia, le convirtieron en un prisionero varado y le obligaron a convertir sus palabras en obras y a transferir a su expresión el énfasis y la sinceridad de su acción. Los hombres tienen un desproporcionado respeto por los estudios y el aprendizaje considerando el uso que comúnmente tienen. Nos divierte leer cómo Ben Jonson exigió que las marionetas con las que la nobleza y la familia real iban a ser entretenidas tenían que estar fundadas en la tradición y el aprendizaje sólido.¿Puede haber mayor reproche que un aprendizaje ocioso?. Aprende al menos a separar leña. La necesidad para el estudioso del trabajo y la conversación con muchos hombres y cosas se recuerda raramente. El trabajo rápido con las manos, que aumenta también la atención, es incuestionablemente el mejor método de remover la palabrería y el sentimentalismo del estilo propio, tanto en el habla como en la escritura. Si se ha trabajado duro desde la mañana a la noche, aunque pueda pesarte no haber estado contemplando el tren de tus pensamientos durante ese tiempo, las pocas líneas que apresuradamente recogen al anochecer la experiencia del día serán más verdaderas y armoniosas que las que su más libre y ocioso entretenimiento pudieran haberle proporcionado. Seguramente el escritor debe dirigirse a un mundo de trabajadores y por ello el trabajo debe ser su propia disciplina. No danzará ociosamente en su trabajo el que tiene leña que cortar y encordar antes de la noche en los cortos días del invierno, sino que cada golpe será preciso y sonará sobriamente a través del bosque, y lo mismo sonarán los golpes de la pluma de ese estudioso, que por la noche registran la historia del día. Suenan sobria pero alegremente, en el oído del lector, mucho después de que los ecos de su hacha hayan muerto. El estudioso debe estar seguro que escribe la verdad más fuerte por los callos en sus palmas. Ellos dan firmeza a su oración. De hecho, la mente nunca ejercita un esfuerzo grande y exitoso sin una energía paralela del cuerpo. Somos sorprendidos a menudo por la fuerza y precisión del estilo fácilmente logrado por los trabajadores manuales, no habituados a escribir, cuando son obligados a hacer el esfuerzo. Como si la llaneza, el vigor, la sinceridad y los ornamentos del estilo se aprendieran mejor en la granja y en la fábrica que en la escuela. Las oraciones escritas por esas rudas manos son nervadas y firmes, como cueros endurecidos, los tendones del ciervo o las raíces del pino. Por lo que se refiera a la gracia de la expresión, un pensamiento grande nunca se encuentra en un ropaje ruin, sino que aunque proceda de los labios de los Woloffs, las nueve Musas y las tres Gracias habrán conspirado para vestirlo en una frase adecuada. Su educación ha sido siempre liberal y su sabiduría implícita puede soportar una institución educativa. El mundo, lo que los Griegos llamaron Belleza, ha sido hecho tal por la eliminación gradual de cada adorno que no estaba preparado par durar.
Entonces emplea una era en estimular tu deseo,
No necesitas apresurarte si permaneces firme."
Henry David Thoreau (Fragmento de "A week on the Concord and Merrimack rivers", Sunday)
(Traducción Guillermo Ruiz)
http://memory.loc.gov/ammem/award98/ienhtml/curthome.html
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