"Acertadamente dice Gottfried Benn: "No soy de la opinión de que ser viejo signifique resignarse". Ser viejo significa atreverse a exigirse lo máximo. Correcto. Muy bien.Como mucho se podría añadir: no tengo nada más que perder que mi cadáver; pero no lo dejaré plácidamente en manos de mis enemigos.
¿No está implícita la enemistad en la esencia del hombre?¿Hombre, eso debe significar paz, armonía y concordia? ¿Los hermanos deben ser amigos por siempre? ¿Y eso deben creérselo judíos o cristianos? Entonces no deben seguir creyendo que son los descendientes de nuestro antepasado Adán, el primer hombre, Adán tuvo dos hijos, Caín y Abel. ¡Bello planteamiento de una hermandad general!"
(CS, Glossarium)
Los árboles están ahora repagando con interés a la tierra lo que tomaron de ella. Están descontando. Están añadiendo el grosor de una hoja a la profundidad del suelo. Esta es la bella vía en que la naturaleza consigue su abono mientras yo regateo con este hombre y aquel, quien me habla del sulfato y del coste del transporte. Todos son los más ricos por esta caída. Estoy más interesado en este grano que en el césped inglés o en el maíz. El prepara el suelo virgen para los campos de maíz y bosques futuros, sobre los que la tierra se engrosa. El conserva nuestra posesión en un buen corazón.
Por su bella variedad ningún cultivo puede ser comparado con este. Aquí no está solo el simple amarillo de los granos, sino casi todos los colores que conocemos, sin exceptuar el azul más brillante: el temprano arce que enrojece, el “poison-sumac” ondeando sus pecados como escarlata, el “mulberry ash”, el rico amarillo-cromo de los álamos, el “huckleberry” rojo brillante, con los cuales las espaldas de las colinas están pintadas, como con aquellos de las ovejas. La helada los toca y con la más tenue respiración del día que vuelve o vibración del eje de la tierra, mira en qué oleadas vienen flotando al suelo. El suelo está en todas partes coloreado con ellas. Pero ellas todavía viven en la tierra, cuya fertilidad y tamaño incrementan y en los bosques que nacen de ella. Ellas cayeron para alzarse, para llegar más alto en los años venideros, trepando por la savia en los árboles, y los primeros frutos de la savia así surgidos, al fin transmutados, pueden adornar su corona, cuando, en los años venideros, ha llegado a ser el monarca del bosque.
¡Es agradable caminar sobre las alfombras de estas frescas, crujientes y murmullantes hojas!.¡Qué bellamente caminan a sus tumbas, que gentilmente se tienden por sí mismas y regresan al suelo fértil!-pintadas de una miríada de tintes y preparadas para hacer vivir nuestras alfombras. Así se dirigen a su último reposo, ligeras y con frescura.
No ponen ninguna semilla, sino que meramente van corriendo sobre la tierra, seleccionando el lugar, eligiendo un terreno, sin disponer ninguna valla de hierro, susurrando a través de todos los bosques acerca de ello- algunas eligiendo el lugar donde debajo los cuerpos de los hombres están vertiéndose en la tierra y encontrándolos a mitad de camino.
¡Cuántos espasmos antes de descansar quietamente en sus tumbas! Ellas que surgieron tan altamente, cuán serenamente regresan al polvo otra vez, y son tendidas abajo, resignadas a yacer y decaer al pie de un árbol, y a proporcionar alimento a nuevas generaciones de su clase, como antes a vibrar en lo alto. Ellas nos enseñan cómo morir. Uno se pregunta si alguna vez llegara el tiempo en el que los hombres, con su inflada fe en la inmortalidad, yacerán en el suelo tan elegantemente y tan maduros- y con tal serenidad de un verano indio se quitarán su cuerpos como ahora se quitan su pelo y uñas.
Cuando las hojas caen, toda la tierra es un cementerio placentero por recorrer. Amo considerar y meditar sobre ellas en sus tumbas. Aquí no hay mentira alguna ni vanos epitafios. ¿Qué importa que no poseas un nicho en el Monte Auburn?
Tu terreno está seguramente dispuesto en este vasto cementerio, que ha sido consagrado desde antiguo. No necesitas atender ninguna subasta para asegurarte un lugar. Hay espacio suficiente aquí. La Lysimachia florecerá y el pájaro huckleberry cantará sobre tus huesos. El leñador y el cazador serán tus enterradores y los niños saltarán sobre los límites tanto como quieran. Permítasenos caminar en el cementerio de las hojas -este es tu verdadero Cementerio del Bosque verde (Greenwood Cemetery).
HDT (Tintes Otoñales)
(Traducción Guillermo G. Ruiz Zapatero)
Para Robert Penn Warren
(...)
y el tiempo
es la rueda que trae la luz alrededor.
En este rapto, los muertos regresan.
El pesar está ausente de ellos.
Ellos son luz. Ellos caminan
en los pasos de los vivos
y vuelven con ellos en la danza
en el dulce enclave
de la canción, e imperecedera
es la rueda que trae la canción alrededor.
WB (traducción Guillermo G. Ruiz)
Tu madre habla sonriendo de su niñez
y hace una alusión desdeñosa
al pico y al azadón.
Ilusión de la carne,
la música suena,
de sus miembros
se desprende luz.
Cuando los nuestros
la siguen,
camino de perfección,
¿Se cumplirá algún destino?
¿Habitará alguna luz?
De cualquier tiempo
que busca
en los pasos de los vivos,
al desprenderse,
la canción alrededor
(28-06-2024)



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