UN IMPUESTO SOBRE LAS PALABRAS
¿Qué sucedería si hubiera un impuesto sobre las palabras, sobre el lenguaje, para incentivar las producciones propias? ¿No tenemos el genio para acuñar nuestras propias palabras?
"Que nadie desdeñe el sufrimiento de algunos hombres buenos.
Estuvieron en este mundo, combatiendo contra sí mismos,
como combatieron los aliados contra el III Reich hace
setenta años.
Coraje y oscuridad.
Que nadie pisotee sus bajas pasiones, su acre acabamiento.
(...)
Beso todo acabamiento humano.
Los aliados vencieron al III Reich.
Nosotros fuimos vencidos por nosotros mismos.
Bajo el volcán estamos, esperando la resurrección de la carne.
Amaré el dolor.
Sostendré la desgracia sobre mis hombros.
Besaré el final de la vida, tan sucio, tan miserable
(...)
con parsimonia,
con liturgia,
con amor."
Manuel Vilas (fragmento del poema "Bajo el Volcán")
En todos los países del mundo la ascensión a los altos círculos de la sociedad se caracteriza por la presencia de un lenguaje cada vez más depurado, más correcto, más inteligible, de un léxico más rico, de una acentuada pureza gramatical.Aquí sucede literalmente lo contrario. Uno llega a las altas esferas sociales y uno se encuentra ante una espesa confusión, con un trastueque total del sentido de las palabras, ante una ignorancia indescriptible, ante la ausencia de cualquier esfuerzo por hacerse entender de los demás.Uno tiene la impresión de penetrar en la pura anarquía- en la pura anarquía mental.
Josep Pla (El lenguaje de la sociedad, en el libro Lo infinitamente pequeño)
¿No es la verdadera enseñanza de El Padrino que lo que en el Occidente arrumbado parecen luchas políticas son, en realidad, guerras entre “familias”-con sus treguas y recrudecimientos- por el botín de los indefensos? pic.twitter.com/C8TRidXJvL
— Guillermo Ruiz Zapatero (@ruiz_zapatero) July 22, 2025