Me dieron un cuerpo: ¿qué haré con él?
tan único y tan mío
Decidme, ¿ a quién he de agradecer
la callada dicha de respirar y vivir?
Soy el jardinero y soy la flor.
En la cárcel del mundo no estoy solo.
En la vidriera de la eternidad reposan ya
mi calor y mi aliento.
En ella figura mi recién reconocido
arabesco.
¡Ojalá que el limo deje caer el instante
y no borre mi querido arabesco!
Osip Mandelstam (1909.Jesús García Gabaldón)
(Pero, al mismo tiempo, la memoria testimonia la ausencia del pasado, no repetible, abolido e imposible así de cambio, al menos en cuanto a la materialidad de los acontecimientos.
Paul Ricoeur.Mútiple extrañeza)
Del it. arabesco, der. de arabo 'árabe'.
1. adj. árabe (‖ perteneciente a Arabia).
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2. m. Adorno compuesto de tracerías, follajes, cintas y roleos, y que se emplea más comúnmente en frisos, zócalos y cenefas.
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3. m. Línea sinuosa que se entrecruza. El humo del cigarrillo traza arabescos en el aire.
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4. m. En danza y otras disciplinas artísticas o deportivas, posición con los brazos extendidos y una pierna levantada hacia atrás.
Sin.: |
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Aún no estás muerto, aún no estás solo.
Con tu amiga vagabunda
gozas de la grandeza de las llanuras,
de la niebla, del frío y de la nevada.
Vive tranquilo y consolado
en la opulenta pobreza, en la poderosa miseria.
benditos son los días y las noches,
e inocente, la dulce y sonora fatiga.
Infeliz aquel que, como su sombra,
teme el ladrido y maldice el viento.
Y miserable aquel que, medio muerto,
pide limosna a su propia sombra.
Osip Mandelstam (15-16 de enero de 1937.Jesús García Gabaldón)
(El fuero interno aparece así como lugar de la íntima garantía que, en una circunstancia particular, barre las dudas, las vacilaciones, las sospechas de inautenticidad, de hipocresía, de complacencia consigo mismo, de autodecepción, y autoriza al hombre agente y sufriente a decir: aquí estoy. Y sin embrago: en este punto culmina la fenomenología de la alteridad y de la extrañeza: de la íntima certeza de existir bajo el modo del sí, el ser humano no es el dueño: le viene, le adviene, a la manera de un don, de una gracia de la que el sí no dispone. Este no-dominio de una voz, más sentida que pronunciada, deja intacta la cuestión de su origen ... La extrañeza de la voz...
Paul Ricoeur.Mútiple extrañeza)
Inventario | DE011/1 | ||
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Objeto/Documento | Portada | ||
Autor/a | Vega, Juan de la | ||
Título | Portada del Hospital de la Resurrección de Valladolid | ||
Materia/Soporte | Piedra blanco | ||
Dimensiones | Altura = 195 cm | ||
Descripción | Esta obra forma parte del segundo cuerpo de la portada del Hospital de la Resurrección de Valladolid. | ||
Iconografia | Cristo Resucitado | ||
Datación | 1579 | ||
Forma de Ingreso | Depósito | ||
Fecha de Ingreso | 24/04/1917 | ||
Catalogación | Álvarez Sellers, Alicia |
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