Diario 15 de marzo de 1852
Esta tarde me quité mi abrigo. Un
día templado de primavera. Debo
ir a Great Meadows. El aire está lleno de "bluebirds".El
terreno casi completamente estéril. Los campesinos están fuera al sol, y es
feliz cada hombre al que su trabajo lleva a la intemperie. Voy por Sleepy
Hollow a Great Fields. Me inclino sobre un rail para oír lo que está en el
aire, líquido con el gorjeo de los "bluebirds".Mi vida es parte de
todo. El aire es tan profundo como nuestras naturalezas.¿No está la disposición
de este aire acompañada por resultados más gloriosos que aquellos de los que
soy testigo?.El aire es terciopelo contra el que apoyo mi oído. Voy adelante
para plantear nuevas demandas a la vida. Quiero comenzar bien este verano;
hacer algo digno de él y de mí; superar mi rutina diaria y la de mis vecinos;
tener mi inmortalidad ahora, que esté en la cualidad de mi vida diaria; pagar
el precio mayor, el impuesto más alto que cualquier otro hombre paga en Concord
y disfrutarla. Daré todo lo que soy por mi nobleza. Pagaré todos los días por
mi éxito. Ruego que la vida de esta primavera y verano pueda estar siempre
limpia en mi memoria.¡Pueda resistir como nunca!.¡Perseverar como
nunca!.¡Purificarme y renovarme con agua y fuego, en cuerpo y alma!.¡Que mi
melodía no desee la estación!.¡Pueda prepararme para ser cazador de lo bello,
que nada se me escape!.¡Pueda conseguir una juventud nunca lograda!.Estoy
ansioso por relatar la gloria de este universo; ojalá sea capaz de hacerlo;
hacerlo con los valores humanos necesarios, y sin desconocer los valores
divinos necesarios. Es razonable que un hombre deba tener algo más valioso al
final del año que lo que tenía al principio del mismo.
"To the dark immensity of material Nature's
indifference we
can oppose only the brief light, like a lamp in a cabin of our
consciousness;
the invigorating benison of Walden is to make us feel that the
contest
is equal, and fair." - John Updike
[12]
No face which we can give to a matter will stead us so well at last as
the truth. This alone wears well. For the most part, we are not where
we
are, but in a false position. Through an infirmity of our natures, we
suppose
a case, and put ourselves into it, and hence are in two cases at the
same
time, and it is doubly difficult to get out. In sane moments we regard
only the facts, the case that is. Say what you have to say, not what
you
ought. Any truth is better than make-believe. Tom Hyde, the tinker,
standing
on the gallows, was asked if he had anything to say. "Tell the
tailors,"
said he, "to remember to make a knot in their thread before they take
the
first stitch." His companion's prayer is forgotten.
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