Debes andar tan ligeramente como para oír los sonidos más
tenues-con las facultades en reposo. Tu mente no debe transpirar.
Verdaderamente a la intemperie mi pensamiento está comúnmente como sumergido y
encogido por la presión de
impresionantes influencias de luz etérea apiladas-pues la presión de la
atmósfera es todavía de 15
libras por pulgada cuadrada. Puedo hacer poco más que
preservar el equilibrio y resistir la presión de la atmósfera. Solamente puedo
combarme como las espigas de centeno con la brisa. Me expando más seguramente
en mi habitación- en lo que se refiere a la expresión, como si aquella presión
fuera suprimida-pero aquí, a la intemperie, está el lugar para almacenar
influencias.
HDT
(Diario 23 de Julio de 1851)
(traducción Guillermo Ruiz)
Quizás cada respiración tuya sea el último aliento de otro
E. Canetti
epifanía. Atención con milagro
A. Neuman (Barbarismos)
No comments:
Post a Comment