DIARIO 17 DE ABRIL DE 2011
Llevado romero y olivo a tu hermana (Domingo de Ramos)
Porque todo es igual y tú lo sabes, has llegado a tu casa
Luis Rosales (La casa encendida)
Llueven calladas aguas en vellones
blancos las nubes mudas; pasa el día,
mas no sin majestad en sombra fría,
y mira el sol, que esconde, en los balcones.
No admiten el invierno corazones
asistidos de ardiente valentía;
que influye la española monarquía
fuerza igualmente en toros y rejones.
El blasón de Jarama, humedecida
y ardiendo la ancha frente en torva saña,
en sangre vierte la purpúrea vida.
Y lisonjera al grande rey de España
la tempestad, en nieve oscurecida,
aplaudió al brazo, al fresno y a la caña.
Francisco de Quevedo
Diario 30 de Marzo de 1852
Habiendo tenido ocasión hoy de poner una larga escalera contra la casa, me dí cuenta, por el temblor de mis nervios con el ejercicio, de que no he ejercitado esta parte de mi sistema este invierno. ¡Cuánto puedo haber perdido!.Me haría bien ir adelante y trabajar duro y sudar. Aunque el hielo esta casi fuera del suelo, el invierno no se ha acabado en mí. Hay una estación de retraso en mí. Quizás crecemos viejos y más viejos hasta que ya no simpatizamos con la revolución de las estaciones, y nuestros inviernos nunca terminan.
HDT
Diario 9 de Agosto de 1841
Es en vano tratar de escribir a menos que te sientas fuerte en tus rodillas
HDT
ANTIGONA
Debo concluir que la Conciencia, si tal puede ser su nombre, no nos fue dada sin propósito, o como barrera. No importa lo pomposos que el orden o la conveniencia puedan parecer, si no son sino un torpor letárgico, y más bien elegimos estar despiertos, aunque sea tormentoso, y mantenernos a nosotros mismos sobre esta tierra y en esta vida, como podemos, sin firmar nuestra sentencia de muerte. Déjesenos ver si no podemos permanecer aquí, donde Ella nos puso, bajo sus propias condiciones.¿No alcanza su ley tan lejos como su luz?.Las conveniencias de las naciones chocan unas con otras, solo lo absolutamente correcto es conveniente para todos.
Hay algunos pasajes en la Antígona de Sofócles, bien conocidos de los eruditos, de los cuales me acuerdo en relación con esto. Antígona ha resuelto echar tierra sobre el cadáver de su hermano Polinices, a pesar del decreto del Rey Creonte condenando a muerte a cualquiera que ejecutara este rito, que los griegos consideraron tan importante, para el enemigo de su país; pero Ismene, que es de espíritu menos noble y resoluto, declina tomar parte con su hermana en este trabajo (…)
Creonte pregunta: “¿Osarás entonces transgredir estas leyes?”
Antígona: “Porque no fue Zeus quien las proclamó, ni la Justicia que habita con los dioses de abajo; no fueron ellos los que establecieron estas leyes entre los hombres. Ni pensé que tu proclamación tuviera tanta fuerza como para, siendo tú un mortal, ser capaz de derogar las leyes no escritas e inmutables de los dioses. Porque no para ahora, o para ayer, viven éstas, y nadie sabe en qué momento aparecieron. Yo no sería responsable de violarlas frente a los dioses, temiendo la presunción de cualquier mortal. Porque yo bien supe que debería morir, ¿y por qué no?, incluso si tú no lo hubieras proclamado así”.”
(HDT: “A week on the Concord and Merrimack rivers”, fragmento, "Lunes")
(Traducción Guillermo Ruiz)
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