29 de marzo de 2019
“Un día se presentó en
el despacho de Speidel un emisario de Goebbels con una extraña petición: la de
que forzase a Jünger a eliminar de las futuras ediciones de Jardines y
carreteras la famosa mención del Salmo 73. Speidel liquidó la cuestión con un
despreciativo: “Yo no mando en el espíritu de mis oficiales””
(Andrés Sánchez
Pascual, Nota introductoria a Radiaciones I)
Eso era cuando había
“oficiales”. Hoy cualquier situación parecida, nimia o no, ni siquiera
suscita el más mínimo reparo. No hay que mandar sobre el espíritu. Hacerlo
quiere decir erradicar cualquier sombra de él.
(Aquí 28/06/2015)
1. Salmo de Asaf ¡Qué bueno es Dios
para el hombre recto, el Señor para los limpios de corazón!
2. A punto estuve de resbalar, por
poco doy un paso en falso,
3. pues tuve envidia de los
prepotentes viendo la prosperidad de los malvados:
4. no se privan de nada hasta la
muerte, sano y rollizo está su cuerpo;
5. no conocen la miseria humana, no
sufren tribulaciones como los demás;
6. por eso su collar es la soberbia,
la violencia su vestido;
7. los ojos se les saltan a pesar de
estar tan gordos y dejan traslucir la falsedad del corazón;
8. sonríen con malicia y hablan de
explotar brutalmente, desde su altura proclaman la opresión;
9. ponen su boca en el cielo, su
lengua se pasea por la tierra;
10. por eso mi pueblo va tras ellos y
beben de su agua en abundancia.
11. Y dicen: "¿Cómo Dios va a
saberlo?, ¿es que se va a dar cuenta el altísimo?".
12. Miradlos: éstos son los
explotadores, con toda tranquilidad aumentan la fortuna.
13. Luego en vano he conservado mi
corazón limpio y lavé mis manos en señal de inocencia.
14. A todas horas soy apaleado, soy
castigado todas las mañanas.
15. Estuve por decir: "Voy a
hablar como ellos", pero hubiera traicionado la raza de tus hijos.
16. Me puse a pensar para entender
esto, pero me pareció muy complicado,
17. hasta que, entrando en el santuario de Dios, comprendí
cuál sería su final.
18. Los has puesto en lugar resbaladizo y los empujas hacia
la ruina;
19. en un momento serán destruidos, desaparecerán
consumidos de espanto:
20. como en un sueño, al despertar, Señor, así, cuando
despiertas, borras hasta su imagen.
21. Cuando tenía amargado el corazón y mis entrañas
desgarradas,
22. estúpido de mí, no comprendía nada; era como una
bestia, pero estaba contigo.
23. Yo estoy siempre contigo, me has agarrado de mi mano
derecha;
24. con tus consejos me diriges y me llevas hacia un final
glorioso.
25. ¿A quién tengo yo en el cielo sino a ti? Si estoy
contigo, no me gusta ya la tierra.
26. Mi cuerpo y mi corazón ya languidecen; el sostén de mi
corazón, mi patrimonio, es Dios por siempre.
27. Los que se alejan de ti perecerán; tú exterminas a los
que te dejan y te son infieles.
28. Para mí lo mejor es estar con Dios, yo he puesto mi
refugio en el Señor para poder narrar todas sus acciones.
https://www.bibliacatolica.com.br/es/la-santa-biblia/salmos/73/