Wednesday, May 13, 2020

DON QUIJOTE CONFINADO, FRAY LUIS LIBERADO




Leído el "Don Quijote Confinado" de Manuel Vilas en el periódico ("EL PAÍS, 5-05-2020):

"La literatura no funciona en mi cabeza en estos momentos porque la vida ha dejado de existir (...) no se ha movido un ápice la teoría aristotélica que afirma que la literatura es una imitación de la vida (...) Y así con todos los libros que iba leyendo.Los leía y luego los reintegraba a la vida.Pero ahora no hay vida a quien retornar y rendir la literatura.



(...) seguimos leyendo porque pensamos que la covid-19 acabará (...) Si no llegara la vacuna, si esto no terminara nunca, la literatura se desmoronaría.




Tendríamos que preguntarle a Aristóteles qué puede hacer la literatura cuando no hay vida a la que imitar.El deber de un escritor hoy es recordar que hemos perdido la libertad.




Al menos, he hecho un descubrimiento, es mejor leer el Quijote empezando por la segunda parte, y después leer la primera (...) para convertir la vida en arte. Don Quijote es el gran lector de libros y los leyó para embellecer la vida"


Así es, sin duda.

No sé exactamente por qué después yo he intentado torpemente recordar estos versos de Fray Luis de León, que pasó cinco años en "la soledad absoluta de una celda, sin "comunicación de cárceles" (...) sin visitas, sin sacramentos incluso, sin poder hablar a solas ni con su abogado, sin poder escribir nada que no controlen los inquisidores, que le dan tasados y numerados los pliegos de papel" 

(Eduardo García de Enterría: "Fray Luis ante los Inquisidores", comentario al libro "Proceso Inquisitorial de Fray Luis de León", editado por el profesor Ángel Alcalá):

Vivir quiero conmigo, 
gozar quiero del bien que debo al cielo, 
a solas, sin testigo, 
libre de amor, de celo, 
de odio, de esperanzas, de recelo. 

Del monte en la ladera, 
por mi mano plantado tengo un huerto, 
que con la primavera 
de bella flor cubierto 
ya muestra en esperanza el fruto cierto. 

Nuestro autor escribe su oda a la salida de la cárcel:

Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,

y con pobre mesa y casa
en el campo deleitoso
con sólo Dios se compasa
y a solas su vida pasa
ni envidiado ni envidioso.

No se trata de ningún ejercicio literario, sino de la reafirmación de la vida preservada y liberada con el propio y arduo esfuerzo.

Por eso, seguramente, Cervantes escribió en la Galatea:

Quisiera rematar mi dulce canto
en tal sazón, pastores, con loaros
un ingenio que al mundo pone espanto
y que pudiera en éxtasis robaros.
En él cifro y recojo todo cuanto
he mostrado hasta aquí y he de mostraros:
fray Luis de León es el que digo,
a quien yo reverencio, adoro y sigo.

(Cervantes, La Galatea, libro sexto, «Canto de Calíope»)

Y Lope de Vega:

¡Oh cuánto le debiste,
como en tus mismas obras encareces,
a la envidia cruel, por quien mereces
laureles inmortales!
Tu prosa y verso iguales
conservarán la gloria de tu nombre;
(...)
Si en esta edad vivieras,
fuerte León en su defensa fueras.

¿No se han forjado la vida y la literatura españolas en el destino cruel, injusto, vencido y redimido de Fray Luis de León y tantos otros?

Fray Luis (y Aristóteles y Cervantes) solo señalan y recuerdan lo que una vez fue, y nunca está garantizado sin conflicto:

ni cura si encarama 
la lengua lisonjera 
lo que condena la verdad sincera

¿Es posible no solo lamentar el confinamiento de Don Quijote sino "celebrar" la liberación de Fray Luis frente al cruel destino de hoy?




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