Sunday, September 23, 2018

MANUEL VILAS, EL ESPAÑOLETO



MANUEL VILAS, EL ESPAÑOLETO

"descampados de Monzón,
cerca de Barbastro,
helando en los campos"[1]



“Sin los muertos, sin su memoria, la vida de los vivos es aburrida y no tiene poesía.”[2]



Sobre “Ordesa” y su autor Manuel Vilas (“MV”) se ha escrito ya profusamente. Debido principalmente al inesperado éxito (cualquier éxito que verdaderamente lo sea es siempre inesperado) de dicho libro.

Estas son algunas de las contribuciones que has leído:

-Los enigmas del pasado, J.A. Masoliver Ródenas
-Una historia común y extraordinaria, Carlos Pardo
-Manuel Vilas, campeón del mundo, Xavi Ayén

Es oportuno remitirse a todas ellas. Y también a las restantes.

Pero ni “Ordesa” ni ninguna de las obras del autor de Barbastro son literatura en sentido tradicional[3]sino solo el alma de su autor acuñada en la lengua materna.

Lo inesperado ha sido, es, que el alma de MV haya encontrado un eco y una resonancia que la enriquece y mantiene viva (“las letras en español se lanzan sin vergüenza a contar las grandezas y miserias de las vidas propias dando otro sentido a la autobiografía” (MV, “La doma del pudor”)

Lo que sigue pretende ser un registro embrionario de dicha resonancia. La historia y la “literatura”, cuando viven, no son otra cosa que la resonancia de los individuos en su época.

I.- La lengua, presupuesto y requisito de la dignidad

MV no ha escrito para ningún otro propósito distinto que para hablar el español con el significado vivo de la verdad:

          Somos lo que hablamos, lo que dijimos a nuestros hijos. Y lo que dijimos a nuestros hijos es móvil; veo la evolución vocálica desde el latín vulgar, veo la caída de viejos sonidos consonánticos , que quedan reducidos a escombros amargos, veo la laceración de los fonemas, que son santos, veo al lingüista Emilio Alarcos Llorach la noche en que descubrió el sistema fonológico del español, que es lo que somos: un sistema fonológico caminando a través del tiempo, y veo que lo que hablamos es ficción, porque el lenguaje es una ficción”. Emilio Alarcos Llorach lo cifró todo en este mapa (ahora saca Juan Carlos III una hoja de papel de debajo de las sábanas), que es el mapa del genoma cerebral de los españoles:

(cuadro de los Rasgos acústicos del sistema hispánico, según Alarcos LLorach)

Alarcos oyó lo que somos, continúa diciendo Juan Carlos III a su hijo John. Vocal/No vocal. Consonante/No consonante. Denso/Difuso. Grave/Agudo. Nasal/Oral, qué magnificencia. Un sistema bífido de síes y noes, qué gran hallazgo evolutivo. Una invención acústica maravillosa. Sigue, hijo mío, las enseñanzas de Alarcos. Somos una canción, un montón de sonidos atados a cosas.La canción es lo que importa. Somos entes fonológicos. La fonología son los restos de la teología antigua. Sigue los mapas de Alarcos. Son la verdad. La fonología, allí está la inteligencia cuántica, Todo es fonología. Todo es Alarcos.” (MV, “Aire Nuestro”, págs 257-258)

Pero no hay lengua ni hablante en el vacío de la ausencia de dignidad individual y colectiva. Quien ha sido profesor lo sabe-no por enseñar- y lo proclama-la virtud no se enseña-:

            Enséñales al menos, a querer la vida
              Con fuerza, con justicia, con dignidad,
              Con las palabras duras que a solas tú aprendiste.
              (…)
               Diles que sólo la verdad con las palabras justas
               Defiende de la verdad abandonada a su sombra”

              (MV, “La clase de lengua". Amor. Poesía reunida, 1988-2010)”)


II.- La historia como lugar del vaciamiento individual y de la continuidad generacional ( Epílogo de “Ordesa”: La familia y la Historia)

En “Ordesa” MV devuelve a sus padres la existencia que ellos vaciaron en él y su hermano. Es una extensa continuación de la elegías a la muerte del padre (“El Crematorio”) y de la madre (“974310439”: “Todo lo recuerdo y todo lo recordaré./Te amo, finalmente (…)/la solemne nada histórica en que vivimos papá, tú y yo”).

El autor y sus lectores reviven la catarsis siempre distinta y siempre propia de la memoria de los vaciamientos y de su continuidad:

“Puede que mis padres fuesen ángeles, o que su muerte ante mis ojos los convirtió en ángeles. Porque tras su muerte todo cuanto les ví hacer mientras estuvieron vivos cobró un alcance taumatúrgico. Ese alcance no se produjo hasta el fallecimiento de mi madre, que cerró el círculo.
El cristianismo se asienta en una conversación interminable entre un padre y su hijo. La única forma de verdad resistente que hemos encontrado es esa: la relación entre un padre y un hijo: porque el padre convoca a su descendencia, y eso es la vida que sigue.
El rito de las monarquías es el mismo: un padre y un hijo. El rito de las sociedades del siglo XXI es el mismo: padres e hijos. No hay nada más. Todo se desvanece menos ese misterio, que es el misterio de la voluntad de ser, de la voluntad de que hay otro distinto a mí: en es misterio se basan la paternidad y la maternidad.” (MV, “Ordesa”, página 82)

El “éxito” de “Ordesa” es un éxito de MV porque encarna una verdad resistente de la matriz humana en la historia española (“Pobre fue mi padre,/muy pobre,/y el padre de mi padre/y pobre soy yo”. Poema “Historia de España”, “Ordesa”, página 367).

Esa verdad pudo haberse perdido “abandonada a su sombra”, pero no se perdió y ya emite un destello propio de la vida en la historia de España:

          Es la grandeza del adiós, el crecimiento del adiós. No volveré a verlo nunca más, repito como un mantra. Y allí aparece la grandeza del adiós. La fe entonces es algo natural, porque te resulta imposible aceptar la idea de nunca lo volverás a ver por la sencilla razón de que está ahí. Si alargo la mano toco su luz.
No se mueve.
Allí está, y me mira.”[4]

La verdad resistente en la historia es la que crea el sentido colectivo que el poder histórico en España ha negado y niega como forma de perpetuación. Hay países que se han perpetuado por su sentido colectivo y otros cuya perpetuación es el expolio articulado de dicho sentido colectivo.

MV ha hecho suya la ordalía de la creación de sentido colectivo frente al poder histórico en España. Así lo asume, indiscutiblemente, el poema “El Españoleto”:

            “A ti te puedo decirte que sueño un poco,
             A veces más que un poco,
Con la destrucción de España,
Con la defenestración de sus élites,
Con quemar su historia y a sus líderes y a sus cantantes,
Y a sus futbolistas y a sus toreros y a sus nobles y a sus actores
Y a sus libros de éxito y a su televisión española,
Sueño con eso, con calentarme las manos en ese fuego
Cuando llega el invierno y nieva mucho en los Pirineos,
Mi santa tierra, solo mía,
Inocente de mí,
Buena persona siempre, sabedlo, no obstante.

(…)

Porque soy un sentimental y estoy enamorado
Y me pone a mil que me hablen en la lengua de Cervantes.

Que Vilas sea español, que le den, dijo
Un sádico arcángel un 19 de julio de 1962.

A ver qué hace, dijo otro, será interesante ver eso.
Seguro que se hunde, pobre diablo, no podrá con eso.
Se matará, se colgará, se dará a la bebida, beberá
Hasta reventar, o delinquirá
O se convertirá en un drogadicto, en escoria barata.

Qué buena idea, sí, dijo el arcángel San Miguel
Con una copa de vino de Rioja en la mano.
Apostemos fuerte por el Gran Vilas y su hispánico destino.
A ver cómo se apaña con España, dijeron todos
(…)
Bah, hicisteis bien, colegas,
Amo este país, lo amo mucho,
Daría mi vida por él y no es coña,
Lo amo porque en España
Las mujeres son mejores que los hombres desde siempre,
Hicisteis bien, hijosdeputa,
Y sabed que los mismo da España que Francia, China o
Rusia,
Italia que Alemania, Suecia que Finlandia,
Lo mismo da, hermanos míos,
La vida es buena y ya la misma en todas partes,
Pero sí, la jodida España era mi sitio
El lugar de mi arcangelidad
Dionisíaca, veraniega y popular.
Allí estuvisteis de fábula, pequeños hijosdeputa,
Reinones del celestial azar,
Libidinoso y acre.

I love sweet, España.
Yo soy el españoleto, y me encanta.
Vilas, el españoleto final,
Como el gran Ribera,
Un hombre de infinito talento”.[5]

Todo es Alarcos, pero ya es distinto y sonará distinto a cualquiera que haya escuchado a MV -o a alguien que, a su vez, haya escuchado al “Españoleto”-, que ha podido "con eso" armado con la lengua y su pobreza:

            “Y hay un nombre ¿qué
Entendéis por debajo de sus sílabas
De silbo, bomba y dengue?
(O de sosiego, orgullo, dignidad:
Todo depende de qué modo
Tenséis los huesecillos y los nervios
De las orejas delicadas)

Decídmelo, querría
Saber de qué se trata:
De un ente literario
Que os duele por la lengua en que escribís,
De la materia-más que espíritu-
Cocida por los castros rutinarios,
O bien es que os quejáis
De los que chupan agriamente,
Devoradoramente,
De su teto ya flácido
(pero durable, ¡lástima!
Por ser en exclusiva).

(…)
Ausente, de mí tira:
Y en sus garfios o besos,
Me escapo hacia otras auras.
Imposible: perduran,
Perdurarán la mugre, el cuervo,
El desajuste. Y siempre
Habrá quien busque y hasta encuentre
El encogerse de hombros hasta piedra”[6]

No hay dolor, ni por España, ni por la lengua, solo escritura y verdad. El sacramento del lenguaje. No perdura la mugre en la escritura ni en la vida. Solo quedan pendientes la vida y la historia nacional e internacional, la creación y destrucción de las mismas.

En esas tareas pendientes, siempre nuevas, la verdad también resulta de la exploración de lo distinto y desafiante. Por eso MV tuvo también que vivir y escribir “América”[7] (“El fracaso no existe”) y su Epílogo (“Tres poemas americanos”).Porque ”La vida es buena, y  y ya la misma en todas partes”:

“Dedico este libro a todos los desesperados estadounidenses. A su estilo. Porque temían estilo.
Dedico este libro al miedo.
Dedico este libro a las autopistas, a los hoteles y a los camioneros americanos.
Dedico este libro al error, a las vidas erradas. Dedico este libro al olor de los Estados Unidos.
Dedico este libro a quienes, aun sabedores de que el fracaso no existe, siguieron fracasando.
Este libro es autobiográfico y cuenta mis viajes por muchas ciudades norteamericanas. Entonces dedico este libro a mi desesperación americana.”

III.-Compasión

Es solo sentir con otros.
Ni la lengua, ni la vida, ni la historia existen sin compasión:

"Que nadie desdeñe el sufrimiento de algunos hombres buenos.

Estuvieron en este mundo, combatiendo contra sí mismos,
como combatieron los aliados contra el III Reich hace
setenta años.

 Coraje y oscuridad.

Que nadie pisotee sus bajas pasiones, su acre acabamiento.

La gente se acaba.

Un hombre se acaba.

(...)


Beso todo acabamiento humano.

Los aliados vencieron al III Reich.


Nosotros fuimos vencidos por nosotros mismos.

Bajo el volcán estamos, esperando la resurrección de la carne.

Amaré el dolor.

Sostendré la desgracia sobre mis hombros.

Besaré el final de la vida, tan sucio, tan miserable

(...)

a todas las muertas,
a millones y millones
de mujeres muertas,
una por una
con parsimonia,
con liturgia,
con amor."[8]

Un exministro decía el otro día que los pensionistas españoles no habían cotizado ni la mitad de lo que percibían. Y encima no lo saben. El exministro era socialista. A un taxista que lo reconoció en su taxi le contestó “Para servirle a Vd.”. Y el taxista le dijo, oportunamente, que ya le había servido bastante, que no necesitaba nada. Me lo contó a mí, en el taxi. No sé ya por qué, pero no se me olvida.

Otro- que no era precisamente socialista- te decía, con desprecio, como merecida retribución por su compasión equivocada e inútil, que los que enseñan serán pobres. Un nuevo “sermón de la montaña”. Solo hay unos bienaventurados: los pocos y elegidos que son ricos (“y acaban convirtiendo tu pobreza en culpabilidad, todo una arte moral”[9]).

La gratitud es cara
Gibbon

La gratitud es un lastre
Diderot

La gratitud es una enfermedad que padecen los perros
Stalin

El perro y el hombre, que coevolucionaron juntos.


IV.- Destino individual y nacional

Cuando es asumido y abrazado.

A lo pasado “gracias”, a lo porvenir “sí”.

Hasta los nuevos y reciclados “gurus” hablan ya de la “resiliencia” -de los pocos y elegidos-.

El "estilo"y el "sueño" son más modestos y solo tienen un inconveniente para la "legitimación" en curso de fracaso; están al alcance de cualquiera y son utilizados por todos (por eso han-hemos leído al Gran Vilas).

Persigamos la salida de la verdad:

            “Todo ser humano se va de este mundo sin saber
Qué fue la vida, qué es la vida.
Nadie lo sabe,
Y te mueres sin saberlo.

Todos los seres humanos se marcharon sin saberlo.
Hay cierta grandeza en eso.
(…)
No me gusta la gente
Que no sabe darse cuenta
Del don de estar aquí.
(…)
Nuestros padres fueron sabios
En el momento de nuestra concepción.

Ellos, en ese instante fueron dueños
De algo que no tiene nombre.
Exalta la vida de tus padres,
Es lo mínimo que puedes hacer:
Pero hazlo con estilo.

No digas “ay papá cuánto te quiero”,
Eso es una mariconada  imperdonable
Una “hijoputez”, que diría  Clint Eastwood.
Exalta la vida de tus padres, pero siempre con estilo.”

Y el imposible sueño ahora cumplido:

            “España, nos das trabajos muy dolorosos.
            España, no tengo un duro y mis libros se venden poco y no
Puedo vivir de mi trabajo, y trabajo para nadie.
Sólo sé escribir y me estoy quedando sin palabras.
(…)
España, el mundo es como tú: da igual que te llamaras Francia o Alemania o Estados Unidos, ya todo es España.

(…)España, igual me necesitas tú más que yo a ti. En ese caso puedes contar conmigo, yo te echaré una mano y no permitiré que te hundas como yo me hundo en ti. Me casaré contigo y tendremos siete hijos.
(…)
España, los españoles pobres son mis hermanos, eso siempre.

España, creo en la pobreza, en la mala suerte, en la bondad
Martirizada.

España, estamos solos tú y yo. Yo más solo que tú, y aun lo
Estaré más.”[10]

Porque los dioses hacen que lo improbable suceda y que lo que todos esperan nunca se cumpla[11], España ha escuchado ahora a MV. El “sueño español” se ha cumplido. Y el fracaso no existe. Una vez es suficiente. Y ya ha pasado. No es literatura. Pero puede perseguirse de la misma manera[12]:

"Necesito cambiar de sangre,
de órganos,
de vísceras,
de cuerpo,
pero no de alma.

Mi alma estará bien siempre."
(MV, “Gran Vilas”)

"Cuando me muera llegaré al paraíso nadando,

Nadando como los monstruos prehistóricos,

Que siguen nadando en las alturas, infinitos, inextinguibles,

Fantasmas que nadan.

(…)

Y nado, entonces nado, el gran privilegio de mi vida
(...)"

(MV, “Otra vez, el nadador”.Amor Poesía reunida 1998-2010)

 

FOTOGRAFÍA DE JOSE LUIS RÍOS, CAMINO DEL PENCHAT

Guillermo G. Ruiz Zapatero (23-09-2018)


P.D.:

Algunos fragmentos y entradas de este blog sobre MV:

"Un blog podría ser algo revolucionario si hubiera un pensamiento revolucionario que difundir. Los blogs existen porque ya no existe el pensamiento en su praxis histórica, el pensamiento como destrucción y como refundación."(Manuel Vilas, Barbastro, Huesca, 1962.ABC Cultural 26 de Marzo de 2011)





[1] Pendiente
[2] Pendiente
[3] “La literatura es una representación inteligente de la vida, es un grandioso sí a la vida. Pretendo que mi poesía sea indefinible, incoherente, contradictoria …como la vida misma” (MV, Babelia 12 de marzo de 2016)
[4] MV (“Ordesa”, página 353)
[5] MV, “El Españoleto”, en Gran Vilas (XXXIII Permio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla)
[6] Emilio Alarcos Llorach, “España”. Mester de poesía (1949-1993), páginas 36-38
[7] “América”. Circulo de Tiza, Madrid 2017
[8] MV, “Bajo el volcán”.El Hundimiento, obra citada, página 75
[9] “Historia de España”, obra citada.
[10] MV, “Spanish Dream”. El Hundimiento, obra citada, páginas 145-146)
[11] Eurípides
[12] También lo dijo, entre otros, un poeta norteamericano: Es siempre  el amor de la virtud el que nos hace jóvenes. Esta es la fuente de la juventud,” (Henry David Thoreau, Diario 16 de julio de 1851)

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