Leyendo la traducción de “A week …” ( Musketaquid, Errata Naturae) de
Miguel Ros González:
“En una lengua antigua y muerta,
cualquier reconocimiento de una naturaleza viva llama nuestra atención. Estas
son frases que fueron escritas mientras la hierba crecía y el agua fluía. Que
un libro soporte la prueba de la mera exposición al brillo del sol y la luz del
día no es algo habitual.” (página 89)
La impresión especial que produce leer o releer lo
que hemos traducido en algún momento anterior. En este caso, las páginas
102-105, recogidas aquí hace ahora cinco años:
Saturday, April
18, 2009
"La vida entera de un hombre es
vindicada por la menor cosa bien hecha. Este es su resultado neto. Cada
oración es el resultado de una larga prueba.¿Dónde buscaremos el inglés
estándar sino en las obras de un hombre estándar?.La palabra más justa es
aquella que estuvo a punto de no ser dicha, puesto que es pariente de una obra
que el hablante podría haber ejecutado mejor. O ni siquiera. Casi debe haber
ocupado el lugar de una obra por alguna necesidad urgente, incluso por alguna
desgracia, de forma que el escritor más verdadero será, después de todo, algún
caballero cautivo. Y quizás los hados tuvieron tal perspectiva cuando, habiendo
provisto a Raleigh tan sinceramente con la sustancia de la vida y la
experiencia, le convirtieron en un prisionero varado y le obligaron a convertir
sus palabras en obras y a transferir a su expresión el énfasis y la sinceridad
de su acción.
Los hombres
tienen un desproporcionado respeto por los estudios y el aprendizaje
considerando el uso que comúnmente tienen. Nos divierte leer cómo Ben Jonson
exigió que las marionetas con las que la nobleza y la familia real iban a ser
entretenidas tenían que estar fundadas en la tradición y el aprendizaje
sólido.¿Puede haber mayor reproche que un aprendizaje ocioso?. Aprende al menos a separar leña. La
necesidad para el estudioso del trabajo y la conversación con muchos hombres y
cosas se recuerda raramente. El trabajo rápido con las manos, que aumenta
también la atención, es incuestionablemente el mejor método de remover la palabrería
y el sentimentalismo del estilo propio, tanto en el habla como en la escritura.
Si se ha trabajado duro desde la mañana a la noche, aunque pueda pesarte no
haber estado contemplando el tren de tus pensamientos durante ese tiempo, las
pocas líneas que apresuradamente recogen al anochecer la experiencia del día
serán más verdaderas y armoniosas que las que su más libre y ocioso
entretenimiento pudieran haberle proporcionado. Seguramente el escritor debe
dirigirse a un mundo de trabajadores y por ello el trabajo debe ser su propia
disciplina. No danzará
ociosamente en su trabajo el que tiene leña que cortar y encordar antes de la
noche en los cortos días del invierno, sino que cada golpe será preciso y
sonará sobriamente a través del bosque, y lo mismo sonarán los golpes de la
pluma de ese estudioso, que por la noche registran la historia del día. Suenan
sobria pero alegremente, en el oído del lector, mucho después de que los ecos
de su hacha hayan muerto. El estudioso debe estar seguro que escribe la verdad
más fuerte por los callos en sus palmas. Ellos dan firmeza a su oración.
De hecho, la mente nunca ejercita un esfuerzo grande y exitoso sin una energía
paralela del cuerpo. Somos sorprendidos a menudo por la fuerza y precisión del
estilo fácilmente logrado por los trabajadores manuales, no habituados a
escribir, cuando son obligados a hacer el esfuerzo. Como si la llaneza, el
vigor, la sinceridad y los ornamentos del estilo se aprendieran mejor en la
granja y en la fábrica que en la escuela. Las oraciones escritas por esas rudas
manos son nervadas y firmes, como cueros endurecidos, los tendones del ciervo o
las raíces del pino. Por lo que se refiera a la gracia de la expresión, un
pensamiento grande nunca se encuentra en un ropaje ruin, sino que aunque
proceda de los labios de los Woloffs, las nueve Musas y las tres Gracias habrán
conspirado para vestirlo en una frase adecuada. Su educación ha sido siempre
liberal y su sabiduría implícita puede soportar una institución educativa. El mundo, lo que los Griegos llamaron
Belleza, ha sido hecho tal por la eliminación gradual de cada adorno que no
estaba preparado par durar. La
Sibila “hablando con
boca inspirada, sin sonrisa, inalterada, y no perfumada, atraviesa los siglos
por el poder del dios”.El estudioso puede frecuentemente emular el
énfasis y la oportunidad de la llamada del granjero a su equipo, y reconocer
que si hubiera sido escrita sobrepasaría a sus trabajadas sentencias.¿Cuáles
son las sentencias verdaderamente trabajadas?,Nos agrada regresar de los
débiles y vaporosos períodos del político y hombre de letras al registro
sencillo del trabajo del mes en el almanaque del granjero, para recuperar
nuestro tono y ánimo. Una frase debería
leerse como si su autor, de haber tenido un arado en lugar de una pluma,
pudiera haber cavado un surco profundo y derecho hasta el final. El estudioso
necesita trabajo duro y serio para dar ímpetu a su pensamiento.
Así aprenderá a mover su pluma firmemente y a desplazarla graciosa y
efectivamente como un hacha o una espada. Cuando consideramos los periodos
débiles y sin tensión de algunos literatos, que quizás en pies y pulgadas
alcanzan el estándar de su raza, y que no son tampoco deficientes en perímetro,
nos asombrará el inmenso sacrificio de músculos y tendones.¡Qué proporciones
éstas-qué huesos- y este su trabajo!.¿Las manos que podían haber derribado un
buey han cortado esta frágil materia que no habrían tocado los dedos de una
dama!.¿Puede este ser el
paradigma de un hombre de trabajo que tiene una espina dorsal y un tendón de
Aquiles en su talón?.Quienes colocaron las moles de Stonehenge hicieron algo,
aunque solo fuera haber desplegado su fuerza esa vez y emplearse a sí mismos.
Aún así, después de
todo, el trabajador verdaderamente eficiente no multiplicará su día con
trabajo, sino que peregrinará a su tarea rodeado con un ancho halo de facilidad
y placer y entonces no hará sino lo que más le gusta. Es ansioso solo acerca de
las fructíferas semillas del tiempo. Aunque la gallina se sentara todo el día,
solo podría poner un huevo y, sobre todo, no habría recogido materiales para
otro. Déjese a un hombre tomarse el tiempo suficiente para la tarea más
trivial, aunque sea la de cortarse sus uñas. Los brotes vegetales se despliegan imperceptiblemente, sin prisa o confusión,
como si los días cortos de la primavera fueran una eternidad.
Entonces emplea una era en estimular tu
deseo,
No necesitas apresurarte si permaneces
firme."
Henry David Thoreau (Fragmento de "A week on the Concord
and Merrimack
rivers", Sunday, traducción Guillermo Ruiz Zapatero)
Northwestern
University Library, Edward S. Curtis's 'The North American Indian':
the Photographic Images, 2001.
Leído en ABC Cultural “La generación Whitman”:
“Es un imperio, la poesía de Whitman es más importante que
el imperio romano, el imperio español, el imperio británico. Todos los imperios
políticos son inferiores al imperio moral de Whitman.” (Manuel Vilas)
Whitman sobre Thoreau:
“Me gustaba Thoreau, aunque era mórbido. No creo que fuera
su amor a los bosques, corrientes y montañas lo que le hizo vivir en el campo,
sino su mórbido disgusto de la gente. Le recuerdo una vez diciendo, mientras
paseábamos por mi Brooklyn favorito- ¿Qué hay en la gente?. ¡Déjalo!. ¿Qué ves
tú (un hombre que ve también como cualquiera) en toda esta animada corrupción
política?”
El disgusto por la gente y los ambientes que no frecuentaba
era admitido y una inclinación personal. No era (es) cierto que amara la
naturaleza como “compensación”.No habría podido vivir como vivió ni escribir lo
que escribió. Es extraño por ello el “juicio” indirecto del poeta.
Removidos algunos de tus recuerdos de infancia profundos cuando pisas el sitio en el que tu padre durmió una vez al raso,
usando como reposo el asiento de su “Ford Modelo T”, cubriéndose el rostro con
su sombrero, abrigado con una manta, al lado de un fuego con llamas que, ahora, te parece
que no se apagaron.
“Piensa en tu hogar, alma mía, y piensa bien
En el tiempo que le queda al día de tu vida:
Tu sol se pone al Oeste, ya quedó atrás tu mañana,
Y no te fue concedido nacer una segunda vez”
(William Drummond, “No trust in Time”, citado en “A week…·”,
traducción de Miguel Ros González (página 361)
"Las estrellas son lejanas y discretas, pero brillantes y duraderas como nuestras experiencias más hermosas y memorables. "Deja que la profundidad inmortal de tua lam te guíe, pero mantén siempre los ojos clavados en el cielo"·
(HDT, Idem, página 362)