Saturday, September 21, 2013

MEMORANDUM (IV)

Diario 21 de mayo de 1851
 
He oído durante unos pocos días ese peculiar sonido 
soñador de las ranas que pertenece al verano-sus sueños 
de noches de verano.

Sólo aquel pensamiento y expresión que son musicales 
son buenos.

Creo que usualmente no somos conscientes de que el 
hombre es nuestro contemporáneo.
Que en este mundo extraño y remoto-tan estéril tan prosaico
-diseñado no para vivir sino meramente para pasar de largo,
incluso aquí una criatura tan divina como el 
hombre vive.El hombre el hecho último - 
el dios que conocemos.Mientras la tierra 
nutra a un habitante tan asombroso existe 
algo que nos alienta.Quien dirá que no hay 
ningún Dios si hay aunque sólo sea el hombre.

Ha sido sólo durante el último año que he 
reparado en que existe tal ser vivo en el globo.
Ahora que percibo que es así -muchas cuestiones 
asumen un nuevo aspecto.Tenemos no sólo la 
idea y la visión  de lo divino por nosotros 
mismos sino que tenemos hermanos que parece que 
tienen la misma idea.Pienso que mi vecino es mejor 
que yo- y su pensamiento es mejor 
que el mío.Hay un representante de la divinidad 
sobre la tierra-de todos pueden 
esperarse cosas nobles y honestas.
Tenemos el material del cielo aquí.Pienso que el 
milagro presente para el hombre es el hombre
-detrás de la cerca-con lluvia o despejado
-esperanza o duda- allí habita un hombre, 
una criatura actual que puede simpatizar con 
nuestros pensamientos más sublimes.

Las revelaciones de la naturaleza son 
infinitamente gloriosas y alentadoras-
indicándonos un futuro remoto-de posibilidades 
desconocidas-pero sorprendentemente 
próximo el día que encontramos un compañero.
 
HDT
 
Home tundra
Tundra propia

Tal vez el momento es nieve
Que parece que nunca cuaje
Ni incluso esté fría deslizándose ahora
Lejos desde abajo hacia
El pasado del que no llegan sonidos
Lo que oigo son los perros respirando
Delante de mi en la sombra

Dos de ellos ya se fueron
Lejos hacia la oscuridad de cerradas
Páginas fuera de la vista y el sonido
Dos de ellos ya son viejos
Uno no puede oír otro no puede ver

Incluso en el sueño están corriendo
Dibujándome a mi con ellos en su camino
Envuelto en un día que encontré hoy
Sabemos donde estamos porque
Estamos juntos aquí juntos
Sin dejar huellas en el momento

Digan lo que digan los periódicos 
Nadie nunca encontró el polo

William S. Merwin
 
(traducción Guillermo Ruiz) 
 

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