Saturday, June 02, 2012

THE VILLAGE (VIII, WALDEN)


"Often in a snow-storm, even by day, one will come out upon a well-known road and yet find it impossible to tell which way leads to the village. Though he knows that he has travelled it a thousand times, he cannot recognize a feature in it, but it is as strange to him as if it were a road in Siberia. By night, of course, the perplexity is infinitely greater. In our most trivial walks, we are constantly, though unconsciously, steering like pilots by certain well-known beacons and headlands, and if we go beyond our usual course we still carry in our minds the bearing of some neighboring cape; and not till we are completely lost, or turned round- for a man needs only to be turned round once with his eyes shut in this world to be lost- do we appreciate the vastness and strangeness of nature. Every man has to learn the points of compass again as often as be awakes, whether from sleep or any abstraction. Not till we are lost, in other words not till we have lost the world, do we begin to find ourselves, and realize where we are and the infinite extent of our relations.
 
One afternoon, near the end of the first summer, when I went to the village to get a shoe from the cobbler's, I was seized and put into jail, because, as I have elsewhere related, I did not pay a tax to, or recognize the authority of, the State which buys and sells men, women, and children, like cattle, at the door of its senate-house. I had gone down to the woods for other purposes. But, wherever a man goes, men will pursue and paw him with their dirty institutions, and, if they can, constrain him to belong to their desperate odd-fellow society. It is true, I might have resisted forcibly with more or less effect, might have run "amok" against society; but I preferred that society should run "amok" against me, it being the desperate party. However, I was released the next day, obtained my mended shoe, and returned to the woods in season to get my dinner of huckleberries on Fair Haven Hill. I was never molested by any person but those who represented the State."

(Fragmento, The Village, Walden) 

 
Y no es sino cuando estamos completamente perdidos, o cuando nos han dado la vuelta-porque un hombre solo necesita para estar perdido que se le dé la vuelta una vez en este mundo con los ojos cerrados- cuando apreciamos la vastedad y ajenidad de la naturaleza. Cada hombre necesita aprender de nuevo los puntos cardinales tantas veces como despierta, bien del sueño o de cualquier abstracción. No es hasta que estamos perdidos, en otras palabras no es hasta que hemos perdido el mundo, cuando comenzamos a encontrarnos a nosotros mismos y a reparar en dónde estamos y en la infinita extensión de nuestras relaciones.

HDT 

"Como Walden, Bhagavad Gita es una escritura con dieciocho partes; empieza con el héroe desesperado ante la acción que le espera y termina con su comprensión y resolución, en particular con su comprensión de la doctrina (en la que la imagen del campo y el conocedor del campo es central) de que el camino del conocimiento y el camino del trabajo son uno y el mismo, lo que le permite emprender la acción que le corresponde y llevar su ejército contra un ejército de su linaje"


( Stanley Cavell, Los sentidos de Walden)


Bhagavad Gita


XVI.La condición divina y la perversa (The pond in winter)


"2. No hacer sufrir, decir la verdad, no encolerizarse, renunciar, equilibrio mental, no calumniar, ser compasivo hacia todos los seres vivientes, no ambicionar, delicadeza, modestia, ausencia de ansiedad.


3. Energía, ecuanimidad, fortaleza de ánimo, pureza, buena voluntad, sencillez; todas estas son, vástago de la dinastía de los Bharata, las cualidades propias del que ha nacido bajo la condición divina.


4. Hijo de Partha, las características de aquel que está destinado a la condición perversa son: ostentación, soberbia, orgullo, ira, rudeza e ignorancia.

(...)


21. La puerta al infierno que destruye al ser humano es triple: la pasión sensual, la cólera y la codicia.Y los tres (vicios) deben abandonarse.

(...)

24. Por tanto las escrituras son tu autoridad para determinar lo que debe hacerse y lo que no.Y cuando comprendas cuál es tu deber a partir de sus preceptos, actúa en consecuencia"

"Con la llegada de cada individuo a esta vida, ¿no podríamos suponer que un banco semejante ha aflorado a la superficie en alguna parte?"

 HDT


(Walden, XVI, La laguna en invierno)






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