Sunday, March 18, 2012

DIARIO 17 DE MARZO DE 1852





















Diario 17 de Marzo de 1852

Me sorprendo a mí mismo filosofando más abstractamente con el primer retorno a la conciencia en la noche o la mañana. Hago las observaciones y distinciones más verdaderas entonces, cuando la voluntad está todavía dormida y la mente trabaja como una máquina sin fricción. Soy consciente de haber trascendido, en mi sueño, los límites de lo individual, y haber hecho observaciones y tenido conversaciones que en mis horas de vigilia no puedo recordar ni apreciar. Como si en el sueño lo nuestro individual hubiera caído en la mente infinita y en el momento del despertar nos encontráramos a nosotros mismos sobre los confines de ésta. Con el despertar retomamos nuestra empresa, tomamos nuestros cuerpos y volvemos a ser una mente limitada. Nos encontramos y conversamos con aquellos cuerpos que hemos previamente animado. Hay un momento al alba, cuando la oscuridad de la noche se disipa y antes de que las exhalaciones del día comiencen a surgir, cuando vemos las cosas más verdaderamente que en cualquier otro momento. La luz es más digna de crédito, puesto que nuestros sentidos son más puros y la atmósfera menos vulgar. Por la tarde todos los objetos son vistos en reflejo.

HDT

DIARIO SABADO 24 DE MAYO DE 1851

Un individuo sano y creciente revoluciona cada día. Qué instituciones humanas pueden sobrevivir la experiencia matutina. El sueño de una noche-si de hecho hemos descansado y crecido en nuestro sueño- las pone detrás de nosotros como el río Leteo. No es nada inusual para él ver perecer los reinos de este mundo.
(…)

Soy golpeado por el hecho de que cualquier experiencia individual importante es rara-aunque sea tan rara que el individuo sea consciente de una relación con su hacedor que trasciende el tiempo, el espacio y la tierra-aunque cualquier conocimiento o comunicación de la “Providencia” sea la cosa más rara del mundo-aún así, los hombres fácilmente-considerándose a sí mismos groseramente, hablan de llevar a cabo los designios de la Providencia como naciones. Cuán a menudo el hombre Sajón habla de llevar a cabo los designios de la Providencia, como si tuviera algún conocimiento de la Providencia y sus designios. Los hombres se permiten asociar la Providencia y su designio con sus estúpidos pensamientos cotidianos de las cosas.

Ese lenguaje, que solo puede narrar la experiencia poética más preciosa, es usurpado por la prosa más seca y muerta.

Esta “Providencia” es el chiste más mustio del Universo. El chico de la oficina sale de ella “por el permiso de la Providencia”.

HDT

"El arte es el esfuerzo incesante por competir con la belleza de las flores... sin triunfar jamás."

Marc Chagall

Bouquet de flores de Marc Chagall

Fotografía de Jose Luis Ríos

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