Tuesday, December 07, 2010

TINTES OTOÑALES (Y XI)





TINTES OTOÑALES (Y XI), EL ROBLE ESCARLATA
Perteneciendo a un género que es notable por la belleza de sus hojas, sospecho que algunas hojas del roble escarlata (“Quercus coccinea”) superan a las de todos los demás robles en la riqueza y belleza salvaje de sus formas. Juzgo por mi conocimiento de 12 especies y por dibujos que he visto de muchas otras.

Permanece bajo el árbol y mira lo finamente que sus hojas se recortan contra el cielo-como si fueran solamente unas pocas puntas afiladas que se extienden desde la nervadura central. Parecen dobles, triples o cuádruples cruces. Son mucho más etéreas que las menos profundamente hendidas hojas de roble. Tienen tan poca “tierra firme” de hoja que parecen fundirse en la luz, y apenas impiden la visión. Las hojas de las plantas muy jóvenes son como las de otros robles adultos de diferentes especies, más enteras, simples y en su diseño; pero éstas, que crecen en lo alto de los árboles viejos, han solucionado el problema de la hoja. Elevadas más y más alto, y sublimadas más y más, abandonando su carácter terreno y cultivando cada año más intimidad con la luz, tienen al final la menor cantidad posible de materia terrestre y la mayor distribución y proximidad de influencias celestes. Allí danzan unidas del brazo con la luz,- danzando sobre puntos fantásticos, compañeras adecuadas en aquellos salones aéreos. Están tan íntimamente mezcladas con ella que, con su estrechez y sus superficies brillantes, a duras penas se puede finalmente cuál es hoja y cuál luz en la danza. Y cuando ningún aire sopla, ellas no son sino una rica cortina de las ventanas del bosque.

De nuevo me quedo atónito con su belleza cuando, un mes más tarde, tapizan gruesamente el suelo en los bosques, apiladas unas encima de otras bajo mi pie. Entonces son marrones en el haz pero púrpuras en el envés. Con sus lóbulos estrechos y sus profundas hendiduras que llegan hasta el medio sugieren que el material debe ser barato o que, de otra manera, ha sido un gasto pródigo en su producción, de manera que mucho ha sido desechado. O que nos parecen los restos de la materia a partir de la cual las hojas han sido recortadas con un molde. De hecho, cuando yacen unas sobre otras, me recuerdan un montón de ganga.

O tráete una a casa y estúdiala despacio a tu gusto, al lado del fuego. Es un tipo, no de ninguna fuente de Oxford, ni de la forma Vasca o de punta de flecha, tampoco hallada en la Piedra Rosetta, sino destinada a ser copiada en escultura un día, si es que pueden llegar a ser piedra esculpida aquí.¡Qué salvaje y agradable combinación de curvas y ángulos gráciles!.El ojo reposa con idéntico placer en lo que no es hoja y en lo que lo es-sobre los anchos, libres y abiertos senos y sobre los largos y afilados lóbulos en punta. Un sencillo diseño ovalado la incluiría toda, si unes los puntos de la hoja, pero cuánto más rico que el óvalo, con su media docena de entrantes profundos en los cuales el ojo y el pensamiento del que contempla son incluidos. Si fuera un profesor de dibujo pondría a mis alumnos a copiar estas hojas, para que pudieran aprender a dibujarlas firme y grácilmente.
HDT
(traducción Guillermo Ruiz)


No comments:

Post a Comment