Sunday, April 06, 2008














AMOR (I), LOVE

Nadie ha contestado satisfactoriamente cuál es la diferencia entre el hombre y la mujer que hace que deban sentirse atraídos mutuamente. Quizás debamos hacer justicia a la distinción que asigna al hombre la esfera de la sabiduría y a la mujer la del amor, aunque ninguno pertenezca exclusivamente a cualquiera de ellos. El hombre dice continuamente a la mujer: ¿por qué no serás más sabia?.La mujer dice continuamente al hombre: ¿por qué no serás más amante?.No está en su voluntad ser sabio o amante, pero a menos que cada uno sea ambas cosas, no puede haber ni sabiduría ni amor.

Toda la bondad trascendente es una, aunque apreciada de diferentes maneras o por sentidos diferentes. La vemos en la belleza, la oímos en la música, la olemos en la fragancia, la saboreamos en lo que es gustoso y el cuerpo entero la siente en la rara salud. La variedad está en la superficie o manifestación, pero tratamos de expresar su identidad radical. El amante ve en la figura del amado la misma belleza que en el ocaso se dibuja en el cielo al Oeste.

Es el mismo daimon, aquí vibrando bajo un párpado humano, y allí bajo los párpados del día que se cierra. Aquí en pequeña escala está la antigua y natural belleza de la mañana y la tarde.¿Qué amante astrónomo ha penetrado alguna vez las profundidades etéreas del ojo?.

La joven mujer esconde una flor más hermosa y un fruto más dulce que cualquier cáliz en el campo; y si camina con rostro retraído confiando en su pureza y resolución, traerá retrospectivamente los cielos y toda la naturaleza la proclamará su reina. Bajo la influencia de este sentimiento, el hombre es una cuerda de un arpa Eólida, que vibra con los céfiros de la mañana eterna.

Bajo una primera impresión, hay algo trivial en la universalidad del amor. Muchos indios jóvenes a lo largo de estas riberas se han plegado en tiempos pasados a la influencia des este gran civilizador, Sin embargo, esta generación no está disgustada o desmoralizada, porque el amor no es una experiencia individual, y aunque somos medios imperfectos él no participa de nuestra imperfección. Aunque nosotros somos finitos el es infinito. Y la misma influencia divina fluirá sobre estas riberas, cualquier que sea la raza que las habite, y todavía lo haría si, por algún motivo, la raza humana no morará aquí.

Quizás un instinto sobreviva al amor actual más intenso, previniendo el entero abandono y devoción y haciendo al amante más ardiente un poco reservado. Es la anticipación del cambio. Porque el amante más ardiente es, a la vez, sabio en la práctica y busca un amor que dure siempre.

Considerando que pocas amistades poéticas hay, es notable que tantas estén casadas. Parecería como si los hombres se plegaran demasiado fácilmente a la obediencia a la naturaleza sin consultar su genio. Uno puede emborracharse de amor sin estar más cerca de encontrar a su pareja. Hay más de buena naturaleza que de buen sentido en la base de la mayoría de los matrimonios. Pero la buena naturaleza debe tener el consejo del buen espíritu o Inteligencia. Si el sentido común hubiera sido consultado, cuántos matrimonios no habrían tenido lugar. Si el sentido no común o divino hubiera sido consultado, qué pocos matrimonios que presenciamos habrían tenido lugar.

Nuestro amor puede ser ascendente o descendente. Es su carácter, si puede decirse,

Debemos respetar a las almas más abajo,

Pero solo a aquellas más altas amamos

El amor es un crítico severo. El odio puede perdonar más que el amor. Los que aspiran a amar se sujetan a sí mismos a una ordalía más rígida que ninguna otra.

¿Es tu compañero alguien a quien un incremento de tu valor le haga con seguridad más compañero tuyo?.¿Es retenido o atraído por más nobleza en tí , por más virtud peculiarmente tuya, o es ciego e indiferente a ello?.¿Es adulado o ganado porque te encuentres con él en cualquier sendero no ascendente?.Si es así, el deber te exige la separación.

El amor debe tener tanta luz como una llama.

Donde no hay discernimiento, la conducta, incluso del más puro, puede de hecho desembocar en obscenidad.

Un hombre de finas percepciones es más verdaderamente femenino que una mujer meramente sentimental. El corazón es ciego, pero el Amor no es ciego. Ninguno de los dioses es tan discriminante.

HDT

(Traducción Guillermo Ruiz)



griego: δαίμων daimon 'espíritu, genio'



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