Saturday, January 26, 2008

Diario 21 de Enero de 1853

Me esfuerzo tanto por un nuevo mundo en los cielos como sobre la tierra y aunque consuela algo escuchar acerca de la virginidad de las estrellas y sistemas invisibles al simple ojo humano, el cielo no me produce como debiera la impresión de variedad y carácter salvaje del bosque.Me produce más bien una impresión de simplicidad e inmutabilidad, como las leyes eternas; esta constelación permanece la misma que la que vieron los pueblos pastores y obedece todavía la misma ley.No me afecta como la incómoda selva virgen que el bosque es.Lo veo rasgado por rayos visuales de miles de observatorios.Es más del dominio de la ciencia que de la poesía.Son las estrellas desconocidas para la ciencia las que yo conocería, las estrellas que conoce el viajero solitario.
Los pastores caldeos no vieron la misma estrella que yo veo, y si estoy mínimamente elevado a los cielos no acepto su clasificación.No me distraería por los nombres que les han impuesto.El sol que yo conozco no es Apolo ni la estrella de la tarde Venus.Los cielos deberían ser tan nuevos, al menos, como el mundo es nuevo.La clasificación de las estrellas es vieja y polvorienta, como si el mildiu hubiera tenido lugar en los cielos, como si las estrellas reunidas tan cerca se hubieran calentado y moldeado allí.Si parecen fijas es porque aquí los hombres han necesitado verlas así.No veo meramente viejos sino nuevos testamentos de los cielos.¿No estoy yo tan cerca de las estrellas como los pastores caldeos?.Los cielos parecen comúnmente tan secos y magros como meramente son nuestros astrónomos.
Henry David Thoreau
Diario 13 de Enero de 1852

Para agradar a nuestros amigos y parientes traemos la ganga de nuestra plata en carretillas, mientras descuidamos trabajar nuestras minas de oro que solo nosotros conocemos y están lejos en las Sierras, donde desenterramos una mata durante nuestro paseo en la montaña y vemos el brillante tesoro.
HDT
(Traducción Guillermo Ruiz)
Henry David Thoreau

No comments:

Post a Comment