Sunday, May 27, 2007





Cuando el mediodía sin aliento se ha detenido sobre el valle y la colina,
y el leñador ya no descarga su hacha,
ni el segador afila su guadaña,
es algo, testigo único sobre la tierra,
oír al veery sobre su percha de roble,
haciendo sonar su modesto trino.
Melodía única de todo el sonido que hace un mundo,
y yo único oído.

Gustoso de acurrucarme en aquella dulce canción,
y de tener un alma gemela,hablándome
desde las profundidades de la existencia.

Sobre el abedul y el avellano,atravesando el aire tórrido,
viene aquel débil sonido por este camino.
Transportado por el céfiro, derecho a mi oído.

No hay ahora tiempo o lugar, ni huella alguna
de la tierra, el brillo del paisaje es mi único espacio,
resto único de un mundo.

Súbitamente la garganta cesa, y los sonidos familiares
fluyen extrañamente sobre la brisa, el vulgar de las vacas,
y los gritos nuevos de recios campesinos
que recorren el valle vecino.
Y yo camino, otra vez,como ciudadano confundido de la tierra.


HDT




(Traducción Guillermo Ruiz)


La Verdad, la Bondad y la Belleza, aquellos tesoros celestiales
son nacidos continuamente,incluso ahora el Universo
con mil gargantas y también con sonrisas más joviales
su alegría confiesa ante su nacimiento reciente.

Henry David Thoreau, Journal, June 14, 1838


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