Saturday, March 10, 2007






















DIARIO 14 DE OCTUBRE DE 1857

Es desde luego un otoño aúreo.Estos diez días son suficientes para ganar la reputación de clima.La tradición de estos días podría entregarse a la posteridad.Merecen un lugar en la historia, en la historia de Concord.Todos los tipos de cosas crudas tienen oportunidad de madurar este año.¿Hubo alguna vez un otoño igual?.Y sin embargo, nunca hubo tal pánico ni tiempos tan duros en el mundo de los negocios.Los comerciantes y banqueros están impagando y quebrando pot todo el país, pero no los bancos de arena sólidos y cálidos,y poblados por cepas de blackberries.Puedes utilizarlos tanto como quieras, incluso como hacen las cigarras, que encuentran su cuenta.Son accionistas en estos bancos y las oigo hacer crepitar su contenido.Puedes verlas cambiando a cualquier hora más cálida.En estos bancos, también, y en la misma forma, están depositados mis fondos, un fondo de salud y alegría.La felicidad y prosperidad de las cigarras, y confío que también la mía,no depende de si los Bancos de Nueva York quiebran o no.No confíes en una seguridad tan tenue como el fino papel moneda del Banco Suffolk.Poner tu confianza en tal banco es como ser engullido y perecer por asfixia.Invierte, te digo, es estos bancos del campo.Permite que tu capital sea la simplicidad y la satisfacción.La "solidago nemoralis" muerta no es ningún fracaso, como un banco quebrado, pero en su estación más dorada nadie la falsifica.La Naturaleza no necesita ningún detector de falsificaciones.No tengo ninguna comprensión ni simpatía por este miserable estado de cosas.Los Bancos construidos de granito, siguiendo algún estilo griego o romano, con sus pórticos y seguridad de hierro, no son tan permanentes y no pueden darme ninguna seguridad sobre el capital invertido en ellos, a diferencia de las cabezas del curtido "hardhack" en la ribera.No sospecho de su solvencia.Conozco quién es su presidente y cajero.

HDT

(Traducción Guillermo Ruiz)


Toda la ética evolucionada descansa en una premisa: que el individuo es miembro de una comunidad de partes interdependientes.Sus instintos le impulsan a competir por su lugar en la comunidad, pero su ética le impulsa también a cooperar (quizás para que pueda haber un lugar por el que competir).

Una ética ecológica o de la tierra simplemente amplia las fronteras de la comunidad para incluir el suelo, las aguas, las plantas y los animales o, colectivamente, el medio.

Suena sencillo: ¿cantamos nuestro amor por el deber hacia la tierra de los libres y el hogar de los valientes?.Sí, ¿pero qué y a quién amamos?.Ciertamente no el suelo, que erosionamos y envíamos río abajo.Ciertamente no el agua, que asumimos no tiene ninguna función excepto mover turbinas, llevar barcos y retirar basura.Ciertamente no las plantas, de las que exterminamos comunidades enteras sin pestañear.Ciertamente no los animales, de los cuales hemos exterminado muchas de las más numerosas y bellas especies.Una ética ecológica desde luego no puede prevenir la alteración, administración, y uso de estos "recursos", pero afirma su "derecho" a una existencia continuada y, al menos en zonas reservadas, su existencia en un estado salvaje.

En suma, una ética ecológica cambia el papel del Homo Sapiens de conquistador del medio a miembro y ciudadano suyo.Ello implica respeto por sus "compañeros" y también respeto por la comunidad ecológica como tal.

Aldo Leopold ("The Land Ethic" in A Sand County Almanac (1949) traducción Guillermo Ruiz)

http://en.wikipedia.org/wiki/Aldo_Leopold

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